CRÍTICA DE:
'Europa 1966-1967', de Joel Meyerowitz : Un '¡olé!' entendido como 'instante decisivo'
Málaga
El fotógrafo norteamericano, uno de los padres de la 'Street Photography', regresa a Málaga, donde residió seis meses, en un periplo por Europa que ahora condensa en el Museo Picasso
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'Jeu de Paume, París, Francia' (1967)
Cuando Bombas Gens inauguró en 2018 'Hacia la luz', la exposición en esta institución valenciana de Joel Meyerowitz (Nueva York, 1938), en Málaga cundió cierta incomprensión acerca de que ese montaje no recalara posteriormente en la ciudad andaluza, ya que, en su mayoría, ... las fotos habían sido tomadas por el neoyorquino en la capital malagueña entre 1966 y 1967, donde residió seis meses. Esta 'Joel Meyerowitz. Europa 1966-1967', la primera muestra que comisaría el nuevo director del Picasso Málaga, Miguel López-Remiro, viene a saciar esa suerte de imperiosa necesidad surgida entonces.
Y la sacia con creces, ya que, aunque aborda a través de más de 200 instantáneas el viaje que realizó por nuestro continente durante un año, se dedica un espacio importante a su estancia malagueña; se ha producido un documental, '¡Olé! Joel Meyerowitz in Málaga', en el que el fotógrafo revive aquel viaje que cabría definirse como trascendental –destaca el papel del flamenco, que experimentó intensamente como una vivencia de la que extraer un aprendizaje para su foto–; y se han organizado distintos actos en los que el artista se ha hecho francamente accesible al público, reencontrándose con muchas de las personas que convivieron con él y que aparecen en sus imágenes.
Leyenda viva de la fotografía
Meyerowitz, esencial en la redefinición de la 'Street Photography' en los sesenta gracias a la incorporación del color y a la profundidad de campo, así como una de las leyendas vivas de la Historia de la Fotografía, emprendió un anhelado viaje por Europa cuando apenas contaba con 28 años y venía fotografiando junto a Garry Winogrand la vida callejera de Nueva York. El viaje, en el que disparó más de 25.000 fotos (no las revelaría hasta su vuelta a EE.UU.), le llevó a recorrer 10 países y a establecerse en Málaga. Para él supuso un auténtico viaje iniciático en el que descubrirse, comprender profundamente qué era la foto y alejarse de esas primeras influencias recibidas.
Justo a su regreso, Meyerowitz disfrutó de una exposición en el MoMA, 'My European Trip' (1968), que recogía parte de las fotos hechas al volante durante su periplo. Esta dimensión cinética es fundamental, ya que está en el origen de su llegada a la fotografía tras ver trabajar a Robert Frank casi de un modo performativo, y es, asimismo, un 'aire del tiempo', pues fotógrafos como Ed Ruscha o Dennis Hopper también practicaron el 'road trip' y dispararon desde el coche (el Picasso Málaga dedicó una exposición a Hopper en 2013, 'En el camino'). Y –cómo no– en el 'retrovisor', Frank con su 'The Americans' (1958).
Ese modo de estar activo que ejemplifica Meyerowitz, en movimiento y fluyendo con la energía del espacio que toma, presintiendo que algo extraordinario se puede desencadenar, define su 'modus operandi', deudor del «instante decisivo» que defendiera Cartier-Bresson. Sus palabras revelan cierta analogía en la precisión con la que se exclama un 'olé', en el momento oportuno y como clímax, con ese instante decisivo fotográfico. Sus imágenes callejeras son paradigmáticas de este género, pero también irrumpe como un magnífico retratista y un hacedor de imágenes profundamente metafísicas, como vemos en muchos de los interiores de esta sensacional exposición.
Esta se articula en secciones que recogen los principales destinos de ese viaje, incorporando testimonios del artista, los trayectos de ida y vuelta por mar entre EE.UU. y Europa, la rememoración de su exposición en el MoMA, así como un espacio dedicado a su experiencia malagueña. Nacido en el Bronx, la vida callejera de los barrios más humildes de Málaga le era familiar, como ese hacer de la necesidad virtud que veía en sus habitantes, no muy alejada de la que vivió cuando chiquillo en las populosas calles de Nueva York, como documentó Helen Levitt en los cuarenta.
Joel Meyerowitz
'Europa 1966-1967'. Museo Picasso Málaga. Palacio de Buenavista. C/ San Agustín, 8. Comisario: Miguel López-Remiro. Hasta el 15 de diciembre. Cuatro estrellas
Sus fotos están a la altura y coinciden en el tiempo con las de Francisco Ontañón y Ramón Masats (1963-65), que retrataron la ciudad andaluza y algunas de sus tradiciones, como la Semana Santa; apabullantemente intensas son las que capta en cenáculos flamencos, rayanas en el desgarro. Su mirada a la manifestación de la dictadura desemboca en escenas rotundas y reveladoras, recordando a algunas del mítico reportaje de Eugene Smith sobre Deleitosa (Cáceres) para la revista 'Life' (1951). ¡Olé por Meyerowitz y el Museo Picasso!