El espíritu numantino de Adolf Schulten

Como historiador y como arqueólogo destacó precisamente Schulten, dedicando la mayor parte de su vida a la Hispania antigua y, dentro de ella, al vidrioso y prácticamente irresoluble tema de la ubicación de Tartesos en el mapa, a personajes tan hispánicos como el rebelde Sertorio (objeto de una documentada y entretenida monografía que se encuentra también en el catálogo de Renacimiento) y, cómo no, a Numancia, la ciudad celtibérica que plantó cara a la Roma republicana y soportó un asedio terrible que culminó con el suicidio colectivo de su población a comienzos del año 133 antes de Cristo.

ENSAYO

'Historia de Numancia'

• Autor Adolf Schulter
• Editorial Renacimiento
• Año 2023
• Páginas 404
• Precio 23,90 euros

De niños, nos hablaban de tres asedios particularmente memorables en la historia de España: el de Sagunto (219 a. C.), que duró ocho meses y enfrentó a unos romanizados saguntinos con el formidable ejército cartaginés a las órdenes de Aníbal; el de Numancia (133 a. C.), que representó el ocaso de la resistencia autóctona a los romanos, rematada cien años después por Augusto en su campaña contra cántabros y astures (29-19 a. C.); y el del Alcázar de Toledo, defendido por el general Moscardó de las tropas republicanas durante dos durísimos meses, desde el 21 de julio hasta el 27 de septiembre de 1936, en el curso de nuestra lamentable guerra incivil, que abrió heridas aún sin restañar hoy, tantos años después.

Pero en la glorificación del segundo de esos asedios, el de Numancia, contribuyó decisivamente la existencia de una tragedia cervantina, titulada ‘El cerco de Numancia’ y escrita por el autor del ‘Quijote’ hacia 1585, cuando dio a las prensas su novela pastoril ‘La Galatea’. Tuve ocasión de colaborar con Alicia Mariño y Juan Carlos Pérez de la Fuente en una libérrima adaptación, con un montón de versos nuevos urdidos por el que suscribe, de la Numancia de Cervantes. Se estrenó en 2015 en el Teatro Español de Madrid y gustó mucho a la gente. Alberti había adaptado en dos ocasiones la pieza cervantina en sus años de exilio rioplatense, de modo que teníamos un espejo previo de innegable prestigio donde mirarnos a la hora de llevar a cabo nuestra versión, claramente heterodoxa en relación con las anteriores.

La ‘Historia de Numancia’ de Renacimiento reproduce la traducción española de Luis Pericot, publicada originalmente en 1945, doce años después de que viera la luz la primera edición alemana, que coincidió con el acceso de Hitler al poder. Schulten -como explica muy acertadamente el responsable de esta edición hispalense, Francisco J. Tapiador, catedrático de Física de la Tierra en la Universidad de Castilla-La Mancha y polímata sin parangón- estaba tan absorbido por su misión científica que nunca se interesó por la política, pese a que algunos malpensantes de su propio gremio, el de la Historia Antigua y la Arqueología, lo hayan criticado por su conservadurismo.

Sí interesaba a Schulten, y muchísimo, comunicar con el mayor número de lectores posible, desde el lector culto, que conoce y asimila perfectamente lo que cuenta el maestro, hasta el que parte en su lectura de una total ausencia de conocimientos previos. Este último también disfrutará del estilo sencillo y, a la vez, efectista de Schulten, muy bien vertido al castellano por Pericot. La gesta de Numancia es uno de los episodios históricos en los que la idea de la libertad monopoliza lo narrado. Defender algo numantinamente es defenderlo hasta la propia muerte. Esa es la gran lección que Numancia regala al mundo en esta época de pandemia moral.