Stefan Zweig, un europeo

Era judío, huyó del nazismo, se hundió en un pesimismo creciente. Se suicidó creyendo que Hitler iba a ganar la guerra. Si hubiera esperado un poco más… Antes de la Segunda Guerra Mundial, fue un símbolo de la mejor cultura europea, la de Erasmo y Montaigne; también, de aquella Viena de Mahler, Freud, Klimt…

Es curiosa la evolución de su fama en España. Fue popular en los años sesenta; cayó en el olvido, igual que Lajos Zilahy, Somerset Maugham, Vicki Baum… Ha vuelto a estar muy de moda. Al cumplirse 80 años, sus obras han quedado libres de derechos. Las ha publicado Acantilado; sus diarios, Ediciones 98; ahora, Alianza Editorial: destaco sus interesantísimas memorias , 'El mundo de ayer'; el ensayo histórico 'Momentos estelares de la humanidad'; para el gran público, la novela corta 'Carta de una desconocida'. Una chica de trece años se enamora de un vecino y le dedica toda su vida, sin que él se entere: «Sólo te tengo a ti, que no sabes nada de mí». Tres noches de amor dan sentido a su existencia.

Este relato psicológico es una joya, admirablemente escrita. Perdonen la herejía: todavía me gusta más la versión cinematográfica de Max Ophüls, un director de una elegancia única, al que reconoce como maestro nada menos que Kubrick.

Por una vez, no se cumple lo habitual (lo mismo pasa, en mi opinión, con 'Muerte en Venecia' de Thomas Mann y la película de Luchino Visconti). Pero la recomendación es fácil: disfruten con las dos, novela y película.