Las rutas inimaginables de la nanotecnología

La visión de Feynman comenzó a tomar cuerpo en 1985 con el desarrollo del microscopio de efecto túnel y, un año después, E. Drexler utilizó el término en aquel sentido: «La nueva tecnología manejará átomos individuales y moléculas con control y precisión: se denomina tecnología molecular . Cambiará nuestro mundo por rutas inimaginables. Podemos utilizar los términos nanotecnología y tecnología molecular indistintamente para describirla. Los ingenieros de la nueva tecnología construirán nanocircuitos y nano-máquinas». En septiembre de 1989, con el nuevo microscopio como ‘pluma’ y utilizando 35 átomos de xenón como ‘tinta’, se escribió el logo de «IBM».

Los investigadores comenzaron a sintetizar y caracterizar nanoestructuras -fullerenos, nanotubos, grafeno o nanocables- con nuevas y útiles propiedades. En 1999, el asesor presidencial de Estados Unidos para ciencia manifestó: «Si me preguntaran por un área de la ciencia y la ingeniería que producirá los avances del mañana, no dudaría en señalar a la ciencia e ingeniería nanométricas denominadas, simplemente, nanotecnología»: la aplicación del conocimiento científico para manipular y controlar la materia a escala nanométrica (1-100 x 10-9 m) para utilizar las propiedades y los fenómenos dependientes del tamaño y de la estructura distintos a los de las escalas mayores o menores. En un discurso en enero de 2000, Clinton presentó oficialmente la Iniciativa Nanotecnológica Nacional : «Algunos de nuestros objetivos de investigación pueden tardar veinte o más años en alcanzarse, pero es precisamente por eso por lo que son importantes para el gobierno federal». El presidente Obama incluyó la nanotecnología entre las prioridades de la Administración, y la Unión Europea designo al grafeno uno de sus proyectos emblemáticos.