Joao Fernandes: «El museo tiene que ser una institución para el descubrimiento»

¿Qué novedades se han podido ver con respecto a ediciones anteriores?

Principalmente dos. Por un lado, dado que ARCO también visitará de nuevo Lisboa, hemos decidido que el encuentro se haga también allí, por lo que este año en vez de haber dos coordinadores en Madrid, que era lo normal, sólo he estado yo. En Lisboa se encargará de todo mi colega Pedro Gadanho, director del MAAT. Por otro lado, este año tan solo hemos tenido un día de debate a puertas abiertas. El día 21 tuvimos la primera sesión a puerta cerrada, con la intención de mantener una charla algo más especializada, que no suele ser del gusto del público medio.

¿Cómo se suele traducir esta experiencia una vez acabado ARCO?

Bueno, llevamos haciendo esto años. Es una oportunidad estupenda para conocer a colegas de museos de todo el mundo, compartir inquietudes y discutir temas muy interesantes para nosotros. Claramente, al haber tanto intercambio de ideas, muchos años yo he podido ver cómo, a raíz de discusiones tenidas durante el encuentro de Madrid, algunos centros han modificado sus programas. También nosotros en el Reina Sofía lo hemos hecho.

Museo: ¿Arte, cultura o industria?

Los museos y centros de arte hoy en día se ven muy coaccionados por la cuestión de su financiación. Hay una presión muy grande sobre la manera de financiarse del museo. Existen instituciones que sólo pueden programar actividades que estén determinadas por el turismo, por ejemplo, por la afluencia masiva de los públicos. Y esa no es tanto la naturaleza de un museo. Es necesario tener público, claro, pero no existimos para el ocio. El museo es una institución para el descubrimiento, para el aprendizaje, para la creación… Para cultivarse. Para aprender diferentes modos de ver la vida a través del arte.

¿Cuántos miembros se han reunido este 2017 y cuál ha sido su criterio de selección?

Pues en total, el día 21 seríamos unos 20. El 22, como has podido ver, hemos llevado el coloquio tres. Catherine David, del Pompidou; Achim Borchardt-Hume, de la Tate Modern; y yo, del Reina Sofía. He buscado una gran diversidad de experiencias, entre museos de Latinoamérica, de la Península Ibérica, de Europa y de EE.UU.. También es una selección que ha tenido en cuenta los proyectos que esos museos están haciendo con artistas españoles o con exposiciones españolas. Son gente que ya conoce un poco nuestra realidad nacional. Y la Iberoamericana, tan ligada por la lengua a la Península.