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ABC Cultural

MÚSICA

Caso Plácido Domingo: contra los linchamientos

¿A un artista se le debe juzgar por sus actos o por sus obras? La eterna pregunta que ha vuelto a saltar a la palestra

Plácido Domingo: «Nunca me he comportado de modo acosador, agresivo y vulgar»

Plácido Domingo en Salzburgo el pasado mes de agosto durante la interpretación de «Luisa Miller» AFP
Andrés Ibáñez

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Hace unos días escribía Fernando Savater que una de las bases en que se sustenta nuestra cultura democrática es la separación entre las ideas de pecado y delito . Delito es aquello que va contra la ley, mientras que el pecado es ... algo personal que depende del sistema de valores de cada uno. Cuando el pecado pasa a ser considerado delito, nos encontramos en un estado teocrático, donde la moral de un grupo se convierte en criterio impuesto a toda la comunidad. Uno se siente muy inquieto cuando un artista de la talla de Plácido Domingo empieza a ser perseguido porque no es una persona intachable y perfecta , o porque su comportamiento resulta, para algunas personas, vergonzoso o incluso inmoral. Todo ello por no hablar de la presunción de inocencia, un pequeño detalle que los americanos parecen haber olvidado por completo. Cuando desaparece, se instituye la ley de Lynch .

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