entrevista
Hugh Jackman: «Espero que hayamos superado esa idea de que los hombres no deben llorar»
El actor australiano ha logrado una nominación al Globo de Oro por su impresionante trabajo en «Los miserables»
angélica martínez
El polifacético actor australiano Hugh Jackman acaba de estrenar en España «Los miserables», adaptación del exitoso musical basado en el clásico de Victor Hugo y que debutó en Broadway en 1987. Rodada en directo por Tom Hooper («El discurso del Rey»), los actores ... interpretan sus canciones sin doblar en el estudio, es decir, sin imitar con los labios los temas pregrabados, algo cuando menos sorprendente. Jackman lidera el elenco de estrellas dando vida al personaje de Jean Valjean , y a su lado aparecen Anne Hathaway, Russell Crowe y Amanda Seyfried .
Mucho se ha esperado a Hugh Jackman para que finalmente aparezca cantando en la gran pantalla. La estrella, que ganó un Tony por su caracterización en el musical de Broadway «The Boy from Oz» , llevaba años buscando un musical cinematográfico al que hincar el diente como actor. En Nueva York, en el hotel Mandarín Oriental , tuvimos oportunidad de entrevistar a Hugh Jackman, quien trajo consigo al barman de su café neoyorquino Laughing Man Coffe para que nos deleitara con su talento para el expreso.
–Usted, que es un amante de los musicales y ha interpretado varios en su carrera, ¿por qué ha tardado tanto en protagonizar uno en la gran pantalla?
–Llevo soñando mucho tiempo con interpretar un musical para el cine. Por alguna razón nunca pensé en «Los miserables», creía que era una quimera llevar esta obra a la gran pantalla. Jean es un personaje icónico, un papel que no tenía yo en mi radar.
–¿Le sorprendió el estilo con que Tom Hooper ha dirigido este filme?
–Mucho. Me parece una actitud muy valiente rodar la película en vivo. Todos los actores cantamos en directo. En cuanto a mi personaje tenía un plan establecido, quería que mi retrato de Valjean me dejara irreconocible. Me dijo: «Si tus amigos te reconocen quiero que piensen que estás enfermo». Tuve que perder quince kilos para mi papel. Tom quería que el público sintiera a los actores cantar en directo y que no fuera un juego de mímica. Yo no hubiera sabido interpretar este personaje con mímica, me hubiera costado mucho y prefiero cantar en directo.
–¿Le gusta elegir personajes físicamente exigentes?
–No, esa es la parte que menos disfruto, pero soy actor y cambiar para el personaje es esencial en cualquier interpretación. Uno puede pensar que rodar un musical es fácil o menos exigente que –por ejemplo– Lobezno, pero todo el mundo que ha rodado o hecho un musical sabe que, bailes o no, cantar es lo mas difícil para cualquier actor. Actuar y cantar al mismo tiempo es increíblemente difícil a nivel vocal y emocional. Creo que no hay nada igual, probablemente es el mayor reto para un actor y lo que nosotros queremos es sentirnos incómodos cuando rodamos.
«Reconozco que luché de forma agresiva por este papel»
–El hecho de que «Los miserables» sea una pieza muy conocida, ¿añadió presión a su interpretación?
–No. Eso me motivó aún más. Aunque no lo creas tuve que pelear por este personaje porque tenía muchos novios. Yo quise ser Jean, lo sentía en mi piel. La música, los musicales, forman parte de mi vida profesional. Ahora tengo la fortuna de presentar en el cine «Los miserables», combinando mi pasión por el escenario y mi pasión por la gran pantalla. Si le preguntas al director te dirá que luché incluso de forma agresiva por conseguir este papel. No me avergüenza reconocerlo.
–¿A qué se refiere con perseguir o luchar por el personaje «de una forma agresiva»?
–Que no le di descanso a Hooper. Le llamé varias veces hasta que conseguí una cita con él. Él aún no había firmado la película y yo ya estaba sobre él.
–¿Se parece usted en algo a Jean Valjean?
–No lo creo. Él es un solitario por las circunstancias de su vida y yo no lo soy. Vivo rodeado de mi familia que me acompaña siempre. Jean trata de ser mejor persona, pero nunca lo consigue. Yo no dejo de intentarlo porque sé que es posible.
–¿Piensa en los premios?
–Para mí son la guinda al pastel. Sinceramente, creo que Anne Hathaway es quien más lo merece porque su interpretación de Fantine es sensacional.
«Los premios son la guinda al pastel, pero quien más se los merece es Anne Hathaway»
–¿Que opina de los hombres que lloran?
–Espero que ya hayamos superado esa idea de que los hombres no deben llorar. A mí me parece que no es una emoción a la que haya que tener miedo. Cuando lees a Victor Hugo en las 1.500 páginas solo ves a Jean Valjean llorar en tres ocasiones. Él tiene que aguantar diecinueve años de trabajos forzados y llega un momento en el que dice que nunca llorará. Él nunca experimenta el llanto hasta que el cura le regaña. En ese momento entiendes lo dura que ha sido la vida para él.
–Usted representa a una de las estrellas mas viriles de Hollywood gracias a su personaje de Lobezno. ¿Qué le hace llorar?
–Muchas cosas me hacen llorar. Puedo llorar en el coche escuchando música, la música me hace llorar y no me da miedo confesarlo. Mi padre no lloraba nunca. Tampoco creo que yo llore tanto, porque soy un hombre feliz.
–¿Cree en Dios?
–Sí. Pero igual que Victor Hugo creo que cuando amas a otra persona puedes ver la cara de Dios. No veo o me imagino a Dios como algo etéreo sino un amor que vive dentro de cada uno de nosotros.
–Estamos disfrutando la oportunidad de saborear el café de su nuevo local Laughing Man Coffe and Tea. ¿Por qué decidió convertirse en empresario?
–Tras un viaje a Etiopía tomé la decisión de cambiar mi vida y crear una fundación para ayudar a todos los que viven allí.
«Tras viajar a Etiopía decidí cambiar mi vida, y crear una fundación para ayudar a los que viven allí»
–¿Se inspiró en Paul Newman?
–En efecto. Leí el libro que escribió su mujer Joanne Woodward y, desde ese día, he pensado en crear una compañía que se dedique a dar a los demás y que se mantenga en el tiempo aunque yo ya no esté. Eso fue exactamente lo que hizo Paul Newman, un hombre admirable en todos los aspectos. Con Laughing Man queremos hacer dinero y crear puestos de trabajo. Todo lo que se produce se entrega por completo a una ONG. Además, en América no tienen ni idea de cómo preparar un buen café. Ese fue otro de los motivos para involucrarme en esta empresa, quería beber buen café en Nueva York. Nuestro barman está especialmente entrenado por mí (se ríe).
–¿Su mujer y sus hijos le acompañan siempre?
–Hemos tomado la decisión de estar unidos allá donde tenga que ir a trabajar. Si mis hijos están en el colegio entonces esperaré a rodar cuando ellos tengan vacaciones. Mi mujer y yo hemos formado una pareja que se entiende bien, yo soy el pragmático y ella es la mujer divertida, sexy y poco práctica que me enamoró. Nos entendemos sin tener que decir una palabra.
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