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ABC Cultural

El Prado pone fin al destierro de la pintura del XIX, que ha durado más de un siglo

Aspecto de las nuevas salas del Museo del Prado dedicadas a las colecciones del siglo XIX / EFE

La coletilla «ésta es una fecha histórica» resulta muy manida en algunas rimbombantes presentaciones culturales. Sólo en (raras) ocasiones no es gratuita. Y ésta es una de ellas. El ingreso de las colecciones modernas en el Prado, y su tratamiento de paridad con las históricas - ... los artistas del XIX se miden de tú a tú, sin complejos, con los grandes maestros antiguos-, tiene una gran trascendencia (museística, historiográfica y hasta en el mercado del arte), un gran calado. Por muchos motivos. El principal, como explica José Luis Díez, responsable de las colecciones del XIX del Prado, es que se pone fin a un éxodo, un destierro de más de un siglo. En 1896 salieron las obras del XIX del edificio de Villanueva, con dirección al Museo de Arte Moderno. En 1971 se trasladaron al Casón, pero una década después muchas obras se descolgaron por la llegada del «Guernica». En 1992 salió la pintura de historia y, desde 1997, debido a las interminables obras en el Casón, todo el XIX permanecía oculto, con la excepción, hace dos años, de la exposición en las salas de Moneo con la que se inauguró la ampliación del museo.

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