Harry Houdini vuelve a hacer magia

Norman Mailer, Mathew Barney y otras figuras del arte rinden homenaje al legendario ilusionista en una exposición en Los Ángeles

ABC

MARTÍN BIANCHI

En la víspera de la noche de Halloween de 1926, un grupo de jóvenes universitarios se acercó al «gran Harry Houdini» tras finalizar uno de sus espectáculos de ilusionismo. Uno de ellos le retó a recibir unos cuantos puñetazos en el abdomen para comprobar su ... supuesta indestructibilidad. El mago aceptó sin miedo, sin saber que uno de sus contrincantes, William Lances, era campeón juvenil de boxeo. Pocos días después, murió de una fulminante peritonitis, posiblemente desencadenada por los golpes propinados por Lances. Así falleció Ehrich Weisz —ese era el verdadero nombre del mago , pero el mito ya estaba en marcha.

El Centro Cultural Skirball , uno de los museos más novedosos de Los Ángeles, rinde homenaje al mítico ilusionista con la primera gran exposición dedicada a su vida como unos de los pioneros del «showbusiness» tal como lo conocemos en la actualidad. «Houdini: Arte y Magia» (hasta el 4 de septiembre) reúne los objetos de utilería y máquinas que utilizaba durante sus famosos trucos —incluyendo la camisa de fuerza para sus actos de escapismo y la cámara de tortura sumergida—, además de fotos, pósters, panfletos, libros, diarios de viaje y hasta una biblia que leía de pequeño.

Artistas al rescate

La curadora de la exposición, Brooke Kamin Rapaport, sabía que el vanguardista artista de vídeos Matthew Barney utilizó a Houdini como una fuente de inspiración y alter ego en su ciclo épico «Cremaster» . Rapaport comenzó a buscar a otros creadores influenciados por el imaginario del mago y así es como fichó para la exposición a artistas tan variados como Allen Ruppersberg , uno de los pioneros del arte conceptual estadounidense, la muy cotizada Whitney Bedford , o el dibujante Raymond Pettibon , quienes han cedido obras de su autoría con un «toque» de esta leyenda de la magia y el entretenimiento.

Una galería de películas originales del ilusionista —él contrataba a sus propios cámaras para documentar sus números— dialogan con fragmentos más recientes en los que actores de la talla de Tony Curtis («Con faldas y a lo loco», «Espartaco»), Guy Pearce («Memento») o Harvey Keitel («La mirada de Ulises», «Reservoir Dogs», «Pulp Fiction») encarnan al mago . Pero sin duda, la «joya» de la exposición es un vídeo en el que el mismísimo Norman Mailer juega a ser Houdini . El escritor y ganador de dos Pulitzer interpretó el papel en 1999 para una de las piezas que conforman la segunda entrega del «Cremaster» de Matthew Barney.

El mago inmortal

Houdini cautivó a las masas escapando de la muerte, lo que le mereció el título del «inmortal». Y tal como destaca Rapaport en la introducción de la muestra, el personaje ha sobrevivido al hombre. «Esta exposición explora cómo el papel de Houdini como icono de Estados Unidos ha sido transformado durante los últimos tres siglos; primero, a finales del siglo XIX, por el propio Houdini; luego, en el siglo XX, a través de la cultura popular, y ahora, en el siglo XXI, por los artistas contemporáneos», explica la curadora. «Fue un ejemplo del sueño americano, un inmigrante de Budapest que llegó a Appleton, Wisconsin y de allí a Nueva York. Encarnaba el arquetipo americano: trabajo duro, ingenuidad, modernidad y renovación».

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Tres meses 1 Al mes Sin permanencia Suscribirme ahora
Opción recomendada Un año al 50% Ahorra 60€ Descuento anual Suscribirme ahora

Ver comentarios