Ve la luz un volumen con textos inéditos de Raymond Aron sobre el marxismo
«El marxismo de Marx» recoge los cursos universitarios impartidos por Raymond Aron en la Universidad de la Sorbona y en el Collège de Francia
PARÍS. Acontecimiento muy mayor: setecientas páginas de inéditos de Raymond Aron (1905-1983) consagradas al estudio de Carlos Marx, el padre fundador del marxismo, a quien el último de los patriarcas del liberalismo francés y europeo consagró más de medio siglo de trabajos y cursos ... universitarios, respetando a un pensador que, a su modo de ver, había contribuido a modificar la historia del mundo, considerado, al mismo tiempo, como un «sofista diabólico».
«Le marxisme de Marx» (Editions de Fallois) reúne los cursos universitarios de Aron, en la Sorbona y el Collège de Francia, dirigidos a una elite de graduados y posgraduados. Se trata del resumen de más de cincuenta años de estudios, conferencias y trabajos, totalmente inéditos, hasta hoy, prologados por uno de sus grandes discípulos, Jean-Claude Casanova, tras el acuerdo definitivo de la hija y heredera del pensador, sociólogo y filósofo de la historia.
En 1962, Aron escribía: «Hace treinta años que estudio a Marx». Hasta su curso sobre el marxismo de Marx, en el Collège, en 1977, sin olvidar los trabajos que vendrían, hasta su muerte, siguieron muchos años de un estudio sólido y muy minucioso, utilizando siempre las primeras ediciones originales alemanas, con frecuentes revisiones de las traducciones francesas. El heredero último de Montesquieu, Benjamin Constant, Alexis de Tocqueville y Élie Halévy, consagró más tiempo al estudio y explicación de Marx, en la universidad, que otros grandes maestros, como Spinoza o los autores de «El espíritu de las leyes» o «La democracia en América».
Las ideas de Marx
El mismo Aron explica las razones de esa fascinación profunda, de toda una vida de trabajo, por esas razones: «El Marx útil, si puedo expresarme así, el Marx que cambió la historia del mundo, de alguna manera, es el pensador que transmitió ideas falsas: hizo creer que la nacionalización de los medios de producción permitiría recuperar para los trabajadores grandes cantidades de riqueza, acaparadas por los detentadores de los medios de producción».
Aron continúa explicando las razones últimas de su consagración a un estudio prolongado durante bastantes décadas: «En tanto que economista profeta, en tanto que ancestro putativo del marxismo-leninismo, Marx es un sofista maldito, que arrastra su parte de responsabilidad en todos los horrores del siglo XX».
A partir de esa convicción personal, los cursos de Raymond Aron sobre Carlos Marx son un monumento intelectual. El pensador, sociólogo y filósofo de la historia, tenía convicciones personales, que nunca nublan ni entorpecen el pensamiento ni las herramientas de trabajo del profesor universitario, consagrado a diseccionar una obra teórica que ejerció una influencia muy mayor en el pensamiento europeo del siglo XX.
De entrada, los cursos de Aron ahora reeditados intentaban «desempolvar» y «liberar» a Marx de las lecturas ideológicas. Aron estima que, en verdad, el Marx de Sartre, el Marx de Althusser, el Marx de Lenin, el Marx de Stalin, el Marx de los distintos partidos comunistas, con vocación planetaria, no siempre se corresponden con el Marx genuino, que él intenta esclarecer, fascinado, personalmente, por «el marxismo de Marx», que es el tema central de sus trabajos.
Son célebres los grandes libros de Aron, polemizando con los marxistas de su tiempo. «El opio de los intelectuales» (1955), «Democracia y totalitarismo» (1965) o «De una Santa Familia a otra. Sobre los marxismos imaginarios», continúan siendo obras de referencia obligada, más allá de sus trabajos sobre las etapas del pensamiento sociológico, el futuro de la civilización europea o la filosofía de la historia, a través del pensamiento de la guerra guerra. La originalidad excepcional de las seteciendas páginas de inéditos, «El marxismo de Marx», radica en que es un trabajo universitario de profundo calado, intentando explicar, razonar y explorar el laberinto de una fascinación intelectual que desembocó en el putch bolchevique y la fundación de una religión secularizada que sirvió de ideología oficial a un imperio colonial que llegó a tener un parque de artillería nuclear de alcance planetario...
Monumento muy mayor, «El marxismo de Marx» de Raymond Aron desentierra, desde la tumba, uno de los grandes debates que estuvieron en el corazón de muchas de las grandes controversias intelectuales de la siniestra historia del siglo XX. Ahí es nada.
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