Rusia se mantiene fiel a Plácido Domingo

El pasado 25 de agosto, el tenor fue igualmente ovacionado en el Festival de Salzburgo y también en Zúrich , durante varios minutos, en su actuación de hace una semana. Aunque tiene en el aire algunos conciertos en varios teatros europeos, otros no se han echado para atrás, como la Staatsoper de Berlín, que recibirá al músico en enero de 2020.

Todo lo contrario de lo sucedido en Estados Unidos, donde Domingo se ha visto forzado a dimitir al frente de la Ópera de los Ángeles y ha renunciado a cantar en la Met Opera de Nueva York. Sus conciertos allí se han cancelado ya antes de que haya un fallo judicial.

Pero, en declaraciones a los medios tras su actuación del jueves en la capital rusa, el tenor dice estar «contento» . «Estoy trabajando y eso es lo importante. Sigo cantando y en contacto con el público », aseguró. «No he dejado de trabajar y voy a todas partes. Eso es lo mejor», añadió. Según sus palabras, «el público ruso es extraordinario» y anunció que estará de nuevo en el país en abril.

En su apoteósica actuación , Domingo tuvo el acompañamiento de la Nueva Orquesta Sinfónica Estatal de Rusia, bajo la dirección del insigne Yuri Bashmet. La velada se abrió con un extracto de la ópera del «Barbero de Sevilla» de Gioachino Rossini. En el segundo número, Placido presentó un aria de la ópera «Andrea Chénier» de Umberto Giordano. Participaron en el programa la soprano Oxana Shílova, solista del Teatro Mariinski de San Petersburgo, y la mezzosoprano María Katáeva.

El público acogió con mucho entusiasmo el momento en el que sonó un nocturno de Chaikovski mientras Bashmet ejecutaba el solo de viola y el músico dirigía la orquesta. Casi al final, el artista se dirigió a los espectadores para presentar a su hijo , Plácido Domingo Jr., quien cantó «Sabor a mí», del mexicano Julián Carrillo, y luego, junto con su padre, «Perhaps Love», del estadounidense John Denver.

Especialmente emotivo fue el momento en el que Domingo y las dos divas rusas cantaron el bolero «Bésame mucho» , de la pianista mexicana Consuelo Velázquez Torres, muy popular en Rusia ya desde la época soviética. La última canción, coreada por todos y cantada por primera vez en ruso por el tenor español, fue «Atardeceres en las afueras de Moscú» . Fue la culminación apoteósica de un brillante y emotivo concierto de casi tres horas en el que se interpretaron 19 fragmentos de obras de autores austrohúngaros, italianos, rusos y españoles. El músico recibió decenas de ramos de flores de los presentes tras el final de su actuación.