Por qué España no ha conmemorado la gesta de Elcano como se merece

En el citado decreto se ponía en valor el «peldaño inicial» de la globalización , «una de las señas de identidad básicas del progreso» . Se hablaba de conectar las ciudades del viaje (hoy la red magallánica de iniciativa portuguesa en la que no se valora a España ni a Elcano). La Comisión tenía representantes de 10 ministerios y se instauraba porque «debe, por tanto, comenzarse ya a trabajar» (2011). Sobre todo para atender todos los ámbitos implicados: «El naval, el comercial, el científico, el humano y humanístico, entre otros, y todo ello, como ya se ha indicado, en un contexto internacional y globalizador». ¡Era perfecto!

Todo se vino abajo con Cristóbal Montoro . En su prosa galana (la del Real Decreto 232/2013 de 5 de abril): «A fin de conseguir la máxima austeridad y eficiencia en el funcionamiento de la Administración General del Estado en el actual contexto de crisis económica y en línea con la necesaria reducción del gasto público»... Pues eso, que no se conmemorará el peldaño inicial, ni la seña de identidad de progreso. En ese momento, es de imaginar la felicidad en el campo portugués, un país intervenido por la troika comunitaria pero que lo tenía tan claro como Churchill cuando se negó a recortar en Cultura durante la II Guerra Mundial porque «¿Entonces para qué luchamos?»

España sin ventura, en manos de un gobierno contable que no tuvo la altura de miras para buscar un camino alternativo, que disolvió la Comisión ya creada para la conmemoración (y eso que en el artículo 6 del decreto socialista de 2011 se subrayaba que «no supondrá incremento del gasto público» ).

Pasan los años, un lustro. Portugal erige la red de ciudades magallánicas, viste con su banderas la ruta de la expedición hasta Mactán en sus museos y propone a Unesco que reconozca como patrimonio mundial la Ruta de Magallanes (y se olvida conscientemente de Elcano, encadenado a los decretos de los gobiernos de España).

La Armada no olvidó jamás y solicitó repetidamente la creación de una comisión al menos en el Ministerio de Defensa para los marinos pudieran homenajear a quienes realizaron la gesta naval más importante de la historia. Fue llegar Dolores de Cospedal, en noviembre de 2016, e imponerse el sentido común . Con intención de crear por orden ministerial dicha comisión dentro de Defensa para una conmemoración modesta pero digna, se habló con vicepresidencia para el rutinario «proceso de elaboración normativa» necesario para coordinar las normas. Y algo pasó cuando esa petición llegó a Moncloa.

Conocida era la rivalidad de Cospedal con la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría . Muy poco tiempo después, en la reunión de subsecretarios, el representante de Defensa se llevó un gran chasco al descubrir que antes de darle permiso a su orden ministerial, la vicepresidencia llegaba con un Real Decreto hecho y acabado «para la creación de la Comisión Nacional de la Conmemoración del Quinto Centenario de la Expedición de la Primera Vuelta al Mundo de Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano».

Eso sí, con Sáenz de Santamaría como presidenta del órgano , según consta en el RD 582/2017 de 12 de junio. Demasiado tarde para hacer nada, como se ha visto por los hechos consumados de Portugal, que ha tomado la iniciativa, como hemos denunciado desde ABC, sin guardar el mínimo espacio para España, que patrocinó la expedición y la pagó, ni para Elcano que completó la Vuelta al Mundo cuando Magallanes faltó, tomando las decisiones necesarias a tiempo con el fin de completar la circunnavegación.

A tiempo. Algo que no se ha podido conmemorar quinientos años después.