SpaceX continúa probando su megacohete Starship y firma un nuevo éxito, aunque sin espectaculares avances
Se precipitó en el Océano Índico un poco más de una hora después del despegue, tras liberar un nuevo grupo de simuladores de satélites como en su vuelo anterior
El cohete Starship de SpaceX logra con éxito su décima prueba tras varios intentos fallidos
SpaceX suspende por segunda vez el décimo lanzamiento de prueba de la nave Starship a causa del mal tiempo
Un cohete Super Heavy de SpaceX que transporta la nave espacial Starship despega en su undécimo vuelo de prueba
'Despacito y buena letra' parece ser el nuevo slogan de SpaceX. Algo que contrasta con los ideales de la compañía, capitaneada por el siempre polémico Elon Musk y que siempre se mostró partidario de arriesgar con cada movimiento. Su cohete insignia del momento, Starship, ... con el que el magnate pretende ir primero a la Luna (de hecho, será el vehículo oficial de los astronautas del Programa Artemis, con el que la NASA pretende volver a a pisar nuestro satélite) y después a Marte, sigue firmando pruebas exitosas aunque con poca novedad a simple vista.
En su undécimo viaje de prueba, el Starship despegó después de las 18.25 hora local (01.25 hora española) desde Starbase, la ciudad creada por el propio Musk en Texas para construir y hacer despegar sus propios cohetes. Desde allí se alzó el lanzador, que consta de dos etapas: Super Heavy, de 70 metros y 33 motores Raptor, la primera parte y encargada de levantar el vuelo desde el suelo; y Ship, de 50 metros y 6 motores Raptor, parte que se encarga de desplegar en el espacio la carga que porta el cohete, incluidos los tripulantes de las próximas misiones a la Luna. Y el objetivo ahora se encuentra en que ambas etapas regresen sanas y salvas de nuevo a las instalaciones, una tarea que no está siendo nada sencilla para SpaceX.
Su cohete acelerador, conocido como Super Heavy, amerizó a los pocos minutos del despegue en aguas del Golfo de México como estaba planeado. Mientras, Ship continuó su camino en vuelo suborbital, desplegando varios satélites simulados. Tras una hora de vuelo, se precipitó en el Océano Índico. La recuperación del vehículo no estaba contemplada, si bien se alcanzaron con éxito los objetivos, que estaban enfocados en probar el escudo térmico (clave en la reentrada) y la mejora del rendimiento del cohete.
No obstante, aún quedan muchos escollos que superar, especialmente lo que concierne al reabastecimiento de combustible una vez que la aeronave esté en el espacio, una maniobra extremadamente compleja de la que aún no se han hecho pruebas.
Una segunda carrera espacial
La última misión de prueba de Starship tuvo lugar en agosto. En ese momento, SpaceX consiguió dar la vuelta a una tendencia de explosiones y test fallidos que estaban desatando rumores de que el cohete podría no estar a la altura de las expectativas, al menos no en el plazo que esperaban desde la NASA. Porque el programa Artemis tiene como objetivo volver a llevar humanos a la Luna a partir de 2027, mientras China avanza con un esfuerzo rival que apunta a 2030 como la fecha para su primera misión tripulada.
De hecho, el espacio y «una segunda carrera espacial» con Pekín se ha postulado como uno de los ejes de la política actual del presidente de los EE.UU., Donald Trump, donde todos los esfuerzos en materia espacial se están centrado en esta 'batalla'. No obstante, los expertos piensan que Artemis 3 podría "retrasarse años". El exadministrador de la NASA, Jim Bridenstine, dijo recientemente a un panel del Senado que «a menos que algo cambie, es muy poco probable que Estados Unidos supere el cronograma de China».
No obstante, el administrador interino de la NASA y diputado de Transportes, Sean Duffy, ha insistido en que Estados Unidos ganará la «segunda carrera espacial». «Estados Unidos ha liderado en el espacio en el pasado y vamos a seguir liderando en el espacio en el futuro», dijo Duffy a periodistas el mes pasado, mientras descartaba la noción de que China pudiera llegar primero.
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