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De perseguir antílopes hasta agotarlos a correr un maratón en dos millones de años

Un nuevo estudio recupera la cuestionada idea de los 80 de que la carrera de resistencia pudo ser una eficaz arma de caza en la prehistoria e incluso influir en la evolución humana

Los neandertales cazaban con lanza, a corta distancia y en grupo 

Pintura que representa la captura de un toro en Sudáfrica, hace unos 8.000 años Bradshaw Foundation
Judith de Jorge

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En 1984 un biólogo estadounidense llamado David Carrier propuso que los primeros humanos cazaban persiguiendo a sus presas hasta agotarlas en los entornos de clima cálido de África. La hipótesis podía resolver dos enigmas: por qué un bípedo exitoso, que ya podía caminar ... , desarrolló la carrera, un segundo modo de trasladarse fisiológicamente distinto; y por qué somos uno de los pocos mamíferos que se refrescan a través del sudor. Carrier, que también era maratoniano, llegó a la conclusión de que si nuestros ancestros eran capaces de ir a buen ritmo detrás de un animal el tiempo suficiente en un día caluroso, este se sobrecalentaría y colapsaría por agotamiento, cosa que les ocurre a muchos ungulados aunque sean grandes velocistas. Así, un depredador con resistencia a esas condiciones se convertiría en un cazador triunfante.

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