Frans de Waal, el hombre que amaba a los primates
Este eminente etólogo, formado en los Países Bajos pero afincado en Estados Unidos, no solo amaba a sus sujetos de estudio, sino que nos enseñó a amarlos y respetarlos
Muere a los 75 años Frans de Waal, el primatólogo que rebatió la singularidad humana
Cualquier pérdida humana conlleva un inmenso pesar. Sin embargo, el adiós se torna aún más doloroso cuando nos despedimos de aquellos que han representado un hito en la ciencia y han contribuido notablemente a nuestra comprensión de la identidad humana. El profesor De Waal ... no solo era un científico destacado en su campo, sino que también era una figura que despertaba admiración y empatía. Este eminente etólogo, formado en los Países Bajos pero afincado en Estados Unidos, no solo amaba a sus sujetos de estudio, sino que nos enseñó a amarlos y respetarlos. A lo largo de su carrera destacó por su prolífica producción científica y su incansable labor investigadora. Fue galardonado en numerosas ocasiones y su extensa bibliografía se convirtió en un referente en el ámbito de la primatología.
Sin lugar a duda, él siempre ha sido el autor que más he recomendado a mis estudiantes, era una apuesta segura. Su trabajo nos ha permitido sentirnos orgullosos de nuestra herencia animal al demostrar que, como primates, compartimos mucho más con nuestros parientes evolutivos de lo que podríamos haber imaginado hace apenas unas décadas. El texto que marcó el inicio de su obsesión por desmitificar lo que nos hace humanos fue su primer libro, 'La política de los chimpancés', obra que cumplió las cuatro décadas de vida en 2022. Este texto se ha convertido en lectura obligada para cualquier primatólogo y ha sentado las bases para una nueva forma de entender nuestra relación con los animales. De Waal nos mostró que las fronteras entre nosotros y ellos no están tan definidas como alguna vez se pensó, abordando temas como la empatía, la política, la compasión, la reconciliación, el sexo, las emociones, la inteligencia y hasta el género.
Además de sus contribuciones científicas, de Waal fue un mentor querido y respetado. Su influencia en la próxima generación de científicos -incluida la mía- ha sido profunda, inspirando a muchos a seguir sus pasos. Asimismo, fue un comunicador excepcional que logró traducir la ciencia compleja en un lenguaje accesible para el público en general. Su legado perdurará. Nos ha regalado una comprensión más profunda de nosotros mismos. Nos ha recordado que, en última instancia, no somos más que otra especie de simio.
Mi último recuerdo con él es reciente. Durante la entrega del Premio NAT en el Museu de Ciències Naturals de Barcelona, en 2018, tuve la suerte de tener una bonita e inolvidable charla al final del acto. Su calidez humana e interés por la primatología en España me sorprendieron. Hace pocos meses pude escribir una reseña sobre su último libro 'Diferentes', donde de Waal se aproxima a la cuestión de género desde la biología y la evolución. En el mejor sentido de la palabra, siempre ha sido una persona valiente y provocadora, de las que hacen falta en el a menudo monótono cosmos de la ciencia. Que su memoria continúe inspirando a otros a explorar los misterios de la mente animal y a reflexionar sobre lo que significa ser humano. Los primates te echarán de menos.
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