Descubiertos en Granada los restos del último cocodrilo que vivió en Europa
Los trabajos de excavación han permitido recuperar también mastodontes y caballos de tres dedos de 4,5 millones de años de antigüedad
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Yacimiento de Baza-1
Investigadores han descubierto en el yacimiento de Baza-1 (Granada) una gran cantidad de restos fósiles de grandes y pequeños vertebrados de 4,5 millones de años con un excelente estado de conservación, entre los que destacan los de un cocodrilo que, según los investigadores, ... podría tratarse del último que vivió en Europa. El análisis de estos fósiles y de otros de plantas recuperados permitirá reconstruir el entorno paleoambiental durante el Plioceno.
La campaña de excavación en el yacimiento de Baza-1, situado en el paraje conocido como Barranco de las Seguidillas-Cuesta del Francés, en el norte de la provincia de Granada, se inició el pasado 19 de septiembre y finalizó el pasado 8 de octubre. Aunque el yacimiento fue descubierto en 1996, no fue hasta los años 2000 y 2001 cuando se reanudaron los trabajos de excavación sistemática. Durante todo este tiempo, se han recuperado más de 2.000 fósiles en una superficie no superior a los 30 metros cuadrados.
Durante esta séptima campaña de excavación se ha continuado con los trabajos iniciados en campañas anteriores y ha permitido recuperar más de 500 fósiles de grandes mamíferos, especialmente mastodontes, pero también a otros vertebrados más pequeños entre los que destacan los rinocerontes, dos especies de caballos de tres dedos llamados hippariones, bóvidos de todos los tamaños de la especie Alephis sp., ciervos gigantes y pequeños, además de restos de cerdos y grandes carnívoros como el hueso gigante, y abundantes restos de caparazones de tortuga.
De todo este conjunto de restos destaca el diente de un cocodrilo, el primero localizado en el yacimiento y el único descubrimiento hasta ahora en el registro fósil europeo de esta cronología. «Se trata de una especie de cocodrilo de origen africano que llegó a la península ibérica cruzando un brazo de mar justo antes de que el Mediterráneo se secara durante la Crisis de Salinidad del Messiniense, hace poco más de 6 millones de años», comenta Bienvenido Martínez Navarro, investigador ICREA en el Instituto Catalán de Paleoecologia Humana y Evolución Social (IPHES-CERCA) y codirector de la excavación. «Muy probablemente se trata del último cocodrilo de Europa», concluye.
Paralelamente, durante esta campaña, se ha ampliado el sondeo que se empezó el pasado año en un nivel situado a cuatro metros por encima del anterior. El resultado de este trabajo ha sido muy positivo puesto que se ha comprobado que se trata de un nuevo nivel paleontológico extraordinariamente rico con megafauna, especialmente de restos de mastodontes. En una pequeña área de trabajo, de casi dos metros cuadrados, se han documentado los restos de dos mastodontes de la especie Anancus arvernensis.
Por último, se ha continuado con el cribado de los sedimentos extraídos de la excavación. Estos trabajos, que se han realizado en las instalaciones del Centro de Interpretación de los Yacimientos de Baza, han permitido recuperar gran cantidad de restos de micromamíferos (roedores, conejos y musarañas), anfibios, reptiles y muchos peces, además de gran cantidad de restos de madera y huellas vegetales.
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Todo este conjunto de restos paleontológicos recuperados permitirá al equipo investigador reconstruir el paleoambiente del Plioceno, dominado por un clima tropical/subtropical, caracterizado por altas temperaturas y abundantes precipitaciones, lo que indica la existencia de un ecosistema con presencia de amplios bosques y de algunos espacios abiertos donde pastaban los herbívoros como los caballos de tres dedos, los hipariones.
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