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El científico español que vivía obsesionado con las aberraciones de la naturaleza

Pedro González Velasco fue un personaje excepcional que consiguió reunir una de las mejores colecciones antropológicas del siglo XIX

Entre las joyas del museo, el español más alto de la Historia

Pedro González Velasco Archivo

Pedro Gargantilla

A finales de 1854 tuvo lugar la apertura de un pequeño museo anatómico en el número 135 de la madrileña calle de Atocha. La ubicación exacta era el «cuarto entresuelo de la derecha». Allí, tal y como relata su director, había una colección de lesiones ... anatómicas sifilíticas, deformidades de todo tipo, así como una suculenta colección de cráneos de «criminales, idiotas y monomaniacos».

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