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Stephen Hawking, el genio que siempre evitó compadecerse de sí mismo

El famoso físico británico, fallecido este miércoles, mostraba en sus memorias el carácter indómito que le llevó a revolucionar las teorías sobre el Cosmos y a luchar contra su grave enfermedad

Con sus colegas del club de remo, en Oxford. Stephen Hawking es quien sostiene el pañuelo. | Vídeo: Obituario G. Soame
Judith de Jorge

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Stephen Hawking parecía predestinado a convertirse en un gran científico desde el mismo día de su nacimiento. Llegó al mundo en Oxford, Inglaterra, el 8 de enero de 1942, justo 300 años después de la muerte de Galileo Galilei. Claro que, como él mismo ... calculaba, otros 200.000 niños nacieron ese día sin que se tenga noticia de que se hayan convertido en astrónomos de fama mundial, así que seguramente el destino tuvo poco que ver en su genial carrera académica. Con 72 años cumplidos, Stephen Hawking ha desarrollado algunas de las teorías cosmológicas fundamentales del último siglo, ha ostentado la cátedra Lucasiana (la misma que ocupó Newton) y ha combatido con una entereza casi heroica la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) que ha minado sus capacidades. Lo contaba, en primera persona y con fotos inéditas, en sus memorias, «Breve historia de mi vida», que la editorial Crítica publicaba hace algunos años en España. Lo recordamos en el día de su fallecimiento .

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