Sorpresa: Marte no perdió su agua, está casi toda 'atrapada' en su corteza
Un nuevo estudio estima que hasta el 99% de las antiguas reservas de agua del Planeta Rojo no se perdieron en el espacio como se creía, sino que permanecen enterradas en el interior de minerales muy cerca de la superficie

Una cantidad de agua equivalente a medio Océano Atlántico podría permanecer oculta en el interior de minerales a pocos centímetros bajo la superficie de Marte . Esa es la extraordinaria conclusión de un estudio presentado en la 52 edición de la Conferencia de Ciencias Lunares y Planetarias ... y que esta misma semana se publica la revista ' Science '.
Se sabe que hace alrededor de 4.000 millones de años el Planeta Rojo , hoy árido y seco, albergó grandes lagos y ríos. Agua en abundancia y en cantidad suficiente, dicen los científicos, como para cubrir toda su superficie con un mar de entre 100 y 1.500 metros de profundidad. La idea dominante es que prácticamente toda el agua marciana terminó escapando al espacio a través de su tenue atmósfera, en un largo pero imparable proceso que duró cientos de millones de años. Pero podría no haber sido así.
Según el nuevo estudio, en efecto, las mediciones de la pérdida de agua atmosférica llevadas a cabo por sondas espaciales como el orbitador MAVEN , de la NASA, indican que la cantidad de agua que se 'fugó' al espacio no es suficiente para dar cuenta de toda la que llegó a tener Marte.
Muy al contrario, la mayor parte del agua que una vez corrió por el Planeta Rojo podría seguir estando allí, alojada en el interior de estructuras cristalinas de los minerales que forman la corteza marciana. Los investigadores, de hecho, creen que hasta el 99% del agua marciana podría haberse incorporado a la corteza del planeta.
Para llegar a esta conclusión, la científica planetaria Eva Scheller , del Caltech y primera firmante del estudio, simuló junto a sus colegas los posibles escenarios de pérdida de agua en Marte, desde su escape a través de la atmósfera a su filtración a la corteza del planeta a través de aguas subterráneas que interactúan con las rocas. Las distintas simulaciones se basaron en observaciones realizadas por rovers y naves espaciales en órbita, y también en los análisis de laboratorio de meteoritos marcianos.
Los resultados son sorprendentes. Para que las simulaciones coincidan tanto con la cantidad de agua que había en Marte hace 4.000 millones de años como con el agua observada hoy en sus casquetes polares y con la abundancia de hidrógeno medida en su atmósfera, es necesario que entre el 30% y el 99% de las antiguas reservas de agua del planeta sigan aún dentro de la corteza. Solo el resto se perdió en el espacio.
Scheller explica que el agua también se encierra en el interior de los minerales aquí, en la Tierra. Pero a diferencia de lo que sucede en Marte, el agua subterránea es finalmente expulsada a la atmósfera por los volcanes. Una diferencia importante para comprender por qué un planeta rocoso puede llegar a ser exuberante, húmedo y habitable, como sucede con el nuestro, mientras que otro se convierte en un páramo árido y seco.
Una de las principales consecuencias del hallazgo es que las reservas subterráneas de agua de Marte serían realmente enormes, y podrían ser extraidas por futuros exploradores. El agua de más fácil acceso se encuentra en los casquetes polares, aunque para ello habría que establecer las futuras bases en latitudes muy altas, donde hace mucho más frío y la vida de los colonos, en general, sería mucho más difícil. Pero si hay agua en los minerales y es posible extraerla, entonces los futuros asentamientos humanos podrían situarse en climas más cálidos, cerca del ecuador.
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