El rover chino Yutu 2 fotografía un extraño 'cubo' en la cara oculta de la Luna

El rover, cuyo nombre significa 'conejo de jade' en mandarín, obtuvo la inusual imagen mientras cruzaba el cráter Von Kámán. El supuesto cubo se encuentra a unos 80 metros de distancia del YuTu 2, y sobresale por encima del horizonte en medio de un paisaje totalmente liso y uniforme.

"¿Fue una casa construida por extraterrestres después de un aterrizaje forzoso?" -escriben los investigadores en broma-. ¿O se trata de una nave espacial pionera de nuestros predecesores para explorar la Luna?"

La respuesta, probablemente, es que no sea ninguna de las dos cosas, y que se trate de una simple roca, puede que un fragmento procedente de un antiguo impacto. Sin embargo, no lo sabremos con certeza hasta que Yutu 2 pueda cubrir los 80 metros que lo separan del objeto para estudiarlo de cerca, un proceso nada fácil y que llevará otros dos o tres meses.

La razón de que se necesite tanto tiempo para cubrir una distancia tan corta se debe en parte a que el rover, que está impulsado por energía solar, debe apagarse durante la noche lunar, que dura dos semanas, y también cuando el Sol está directamente sobre él, para evitar el sobrecalentamiento. Además, el Yutu 2 necesita viajar muy lentamente, ya que el terreno en el que se encuentra es peligroso, lleno de escombros y cráteres.

Así que no habrá más remedio que esperar, aunque ya existen pistas, como la presencia de un cráter cercano y relativamente reciente, que sugieren que el cubo podría ser una roca excavada durante el impacto de una roca espacial, un fenómeno que ya se ha observado otras veces en la Luna.

No es la primera vez que Yutu 2 encuentra algo extraño en su recorrido por la cara oculta de nuestro satélite. En 2019, en efecto, se topó con una misteriosa 'sustancia', que los investigadores describieron como 'similar a un gel' y que resultó ser una roca derretida en vidrio, también como consecuencia de un impacto.

El rover, que fue liberado por el módulo de aterrizaje chino Chang´e 4 en enero de 2019 tras completar el primer aterrizaje en la cara oculta de la Luna, estaba previsto para que durara tres meses, pero lleva ya casi tres años explorando el cráter Von Kármán, de unos 185 km de diámetro. Y quién sabe qué otras rarezas podrá mostrarnos en el futuro.