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Charles Darwin, el científico que se comió 48 tortugas gigantes

Una de las excentricidades del biólogo inglés era comerse los animales más variopintos. Degustó búhos, roedores, armadillos e incluso pumas

Darwin consideraba que eran «exquisitas». Las degustó en forma de sopas y filetes WIKIPEDIA

PEDRO GARGANTILLA

Nadie pone en duda que a Charles Darwin (1809-1882) le gustasen los animales, pero quizás no todo el mundo sabe que el padre de la Teoría de la Evolución además tenía una pasión culinaria por ellos, vamos, que literalmente se los comía.

Pedro Gargantilla, médico internista del Hospital de El Escorial (Madrid) y autor de varios libros de divulgación M. Jara

Esta ... obsesión culinaria –a la que podríamos denominar zoofagia- se remonta a la época en la que Darwin estudiaba en la Universidad de Cambridge, cuando se unió al «Gourmet Club». Se trataba de una sociedad gastronómica que tenía por objetivo cocinar y ofrecer a sus miembros, al menos, un ejemplar de todos los animales. No hay que juzgar al biólogo con los parámetros sociales actuales sino en su contexto histórico, ya que en aquella época pertenecer a un club gastronómico era una señal de estatus y todavía no habían aparecido las teorías sobre la conservación de la naturaleza.

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