Barbacid cree que España necesita «mejores políticos» para avanzar en investigación

Las palabras de Barbacid se conocen al día siguiente de que el prestigioso investigador Joan Massagué denunciara la «feroz» indiferencia del Gobierno a la ciencia.

Barbacid, bioquímico y oncólogo madrileño de 62 años, regresó de Estados Unidos, donde descubrió en 1982 el primer gen humano mutado que provoca cáncer de vejiga, para dirigir el CNIO, que abandonó después de que el Ministerio de Ciencia e Innovación rechazase la búsqueda de financiación privada para una investigación de una terapia contra el cáncer de pulmón.

Las investigaciones de Barbacid, que actualmente trabaja en su laboratorio con 18 personas , se basan en la búsqueda de fármacos diana a través de tumores en ratones indistinguibles en humanos, ya que éstos son menos tóxicos que la quimioterapia y con ellos es más efectivo bloquear la proteína mutada que provoca el cáncer.

No obstante, ha añadido que para curar un cáncer son necesarias combinaciones de cinco a ocho fármacos y ha explicado que la dificultad que entraña las investigaciones contra esta enfermedad se basa en lo heterogéneo que son los tumores, ya que poseen mutaciones genéticas en distintas áreas.

Para el estudio de las terapias en el cáncer de pulmón, el CNIO que dirigía Barbacid necesitaba convertir una fundación pública en sociedad mercantil para poder recibir ocho millones de euros al año y desarrollar la investigación, pero una «legislación poco clara», según ha matizado, hizo que el ex Gobierno socialista le informara de que no podía buscar financiación privada, mientras el programa languidecía.

De ahí que, en su opinión, los investigadores españoles se marchen a países que destinan más recursos a la investigación, ya que el momento que vive el país no es el ideal debido a los recortes presupuestarios, de 600 millones de euros en el caso de la I+D+i este año, ha precisado.

«En el fondo, al final es siempre una cuestión de recursos», ha lamentado Barbacid, quien emigró a Estados Unidos porque «allí hay más actividad, se hace más ciencia y hay más recursos». En su opinión, lo importante no es que haya un ministerio de ciencia e innovación o una secretaría de Estado , sino «que funcione» .

Además, ha precisado que España se encuentra en el puesto noveno en número de publicaciones científicas, pero se sitúa en el 23 ó 27 dependiendo del ránking en el impacto logrado; «no soy quién para valorar y tampoco se puede poner el dedo en la llaga , pero los responsables políticos deberían analizar esto», ha agregado.