Adolfo García-Sastre: «Si la nueva cepa es un 70% más contagiosa, no la vamos a poder parar»
El Catedrático de Medicina y Microbiología comenta que si la variante de coronavirus es tan transmisible, acabará imponiéndose entre las variantes actuales y extendiéndose por varios países
Aunque se convierta en la cepa más extentida, no hay motivos para alarmarse porque podrá ser frenada con las mismas medidas consideradas hasta ahora, como vacunas y distanciamiento social
Adolfo García-Sastre, Catedrático de Medicina y Microbiología y codirector del Instituto de Salud Global y Patógenos Emergentes del Hospital Monte Sinaí, en Nueva York
La nueva variante de coronavirus hallada en Reino Unido tiene el impronunciable nombre de VUI 202012/01, pero estos días está en boca de medio planeta, después de que el gobierno británico anunciara que es un 50 o 70% más transmisible, según datos preliminares. Así, ... un puñado de cambios o mutaciones en los genes del virus ha llevado a que varios países restringieran los vuelos a las islas británicas, si bien es cierto que ya se ha detectado la variante en Australia, Dinamarca, Italia, Islandia y Holanda.
Lejos de alarmarse, Adolfo García-Sastre , Catedrático de Medicina y Microbiología y codirector del Instituto de Salud Global y Patógenos Emergentes del Hospital Monte Sinaí, en Nueva York, le quita importancia al hecho de que la nueva variante pueda estar extendida por Europa; cree que si es tan contagiosa como sugieren los datos recogidos en Reino Unido, muy probablemente acabará imponiéndose entre los virus que circulan ahora: «Si es un 70% más transmisible, no la vamos a poder parar. Aparecerá aquí y allá y va acabar dominando entre las variantes del coronavirus ». Sin embargo, ha comentado que esto es similar a lo ocurrido con la variante D614G, también aparentemente más contagiosa y ahora dominante entre la población, y que no hay motivos para alarmarse.
En primer lugar, este científico, experto en virus de la gripe pero que ahora investiga la biología del SARS-CoV-2 con aplicación a vacunas y tratamientos, ha destacado que este proceso es gradual: «Desde que la variante entra en un país hasta que se extiende por todo el territorio pueden pasar dos o tres meses. Y espero que en ese tiempo ya tengamos a mucha gente vacunada. Ahora hay una contrarreloj de la vacuna contra las variantes ya establecidas ».
Por ese motivo, considera que «cancelar vuelos a Reino Unido no es prioritario ahora» y que los esfuerzos deben centrarse en detener los brotes causados por las variantes de coronavirus ya presentes .
El segundo motivo para no alarmarse porque una nueva variante pueda imponerse en la población es que esto no cambia cómo se ha de responder frente al virus: básicamente, vacunar a la mayor cantidad de gente posible, aplicar medidas de distanciamiento social y reducir contagios. Además, ha subrayado que no hay evidencias de que esta nueva cepa cause una enfermedad más severa y comenta que es muy improbable que pueda esquivar a la vacuna.
-¿Le parece preocupante la aparición de la nueva variante?
-Yo no estoy preocupado todavía y creo que no hay ninguna razón para alarmarse. Ahora mismo hay problemas más acuciantes: por ejemplo, en España el número de casos ha vuelto a aumentar. Debemos mantenerlo bajo control, con independencia de si los causa una nueva variante o una anterior.
La variante presenta 17 mutaciones. En la imagen, 9 de las que afectan a la proteína S (con forma de bastón), y con la que el virus reconoce a las células humanas
-Pero una variante quizás más contagiosa, extendiéndose justo antes de Navidad...
-Yo estoy preocupado por el problema que tenemos ahora, no tanto por lo que vendrá o quizás vendrá. Es importante vigilar si es más transmisible, pero ahora mismo no estamos bien. Tenemos que reducir la transmisión en este momento. Y las mismas medidas que se usan para reducir la transmisión de las variantes actuales son las que hay que usar para las nuevas más transmisibles.
«Las mismas medidas que se usan para reducir la transmisión de las variantes actuales son las que hay que usar para las nuevas más transmisibles»
-¿Las medidas serían las mismas?
-Quizás habría que aplicarlas antes, pero igual que ahora, cuando se observa un aumento de contagios. La estrategia es exactamente la misma: vacunar a la mayo cantidad de gente posible, aplicar medidas de distanciamiento social y reducir contagios.
-Pero esta variante ha generado mucho temor, ¿es infundado?
-No hay motivo para alarmarse. Por lo que sabemos, no parece que vaya a complicar mucho la situación. Pero igual es positivo que la gente se asuste, si así adopta un mayor distanciamiento social. Yo creo que deberían asustarse por las variantes de ahora.
-La información sobre el mutante es todavía preliminar, ¿no es cierto?
-Es posible que esta variante sea un poco más contagiosa por lo que se ha observado en la transmisión en el sureste de Inglaterra, pero no está claro: puede que los contactos, el comportamiento de la población o la influencia de las áreas urbanas, y no la variante, expliquen el aumento de casos en esta zona. Además, no hay indicios de que cause una enfermedad más severa.
-¿Podrían las mutaciones de la variante permitir que se escapara de las vacunas?
-No hay razones para pensar que pueda evadir la inmunidad de las vacunas. Éstas generan anticuerpos policlonales -que reconocen varias regiones del virus, por lo que las mutaciones no tienen tanto impacto-. Ahora bien, estas mutaciones sí que podrían afectar a terapias con anticuerpos monoclonales.
«No hay razones para pensar que pueda evadir la inmunidad de las vacunas»
—¿Por qué a los tratamientos sí pero a las vacunas no?
—Es muy difícil que los cambios disminuyan completamente la capacidad de los anticuerpos, porque las vacunas generan una gran diversidad y exceso de ellos. Creo que es muy poco probable que la variante se escape por completo y que haga falta una nueva vacuna. Además, ya se ha observado que algunas de las mutaciones de esta variante no tienen un impacto tan alto.
-¿Podría ser necesario reformular cada año las vacunas?
-No lo sabemos todavía. Solo algunos virus, como la gripe, pueden transformarse cada año, gracias a su propia biología. Los otros coronavirus humanos no cambian tanto como el virus de la gripe. Aparte de esto, los cambios no son repentinos, sino graduales: el virus podría ser un poco más resistente a las vacunas, pero no causarían de repente una nueva pandemia.
«El virus podría ser un poco más resistente a las vacunas, pero no causarían de repente una nueva pandemia»
-¿Pero sí que provocaría infecciones permanentemente?
-Habría brotes epidémicos, como los hay con el virus de la gripe. Habría inmunidad en la población y el virus no daría lugar a un aumento drástico de infecciones y hospitalizaciones, sino a aumentos más graduales, nunca causando tantos problemas como ahora. Podría acabar pareciéndose al virus de la gripe o a los coronavirus de catarros, todavía no lo sabemos.