¿Y ahora qué? ¿Qué tipo de marcianos nos esperan en Marte?

A esta conclusión han llegado tras el análisis de imágenes de alta resolución obtenidas del sofisticado instrumento Mars Reconnaisance Orbiter (MRO) , atendiendo a unas rayas oscuras formadas en la superficie marciana que atribuyen a la acción del agua salada. El estudio, cuyos detalles ya conocimos ayer, ha sido publicado en la prestigiosa «Nature Geoscience».

La siguiente pregunta es evidente: Si sabemos que hay agua en el Planeta Rojo, ¿hay vida en Marte? A decir de científicos como el español Alberto González Fairén (Centro de Astrobiología de Madrid, CAB) , que llevan tiempo dedicando su esfuerzo a abrir la caja de sorpresas que parece ser nuestro planeta vecino dedicado al dios de la guerra, « Marte fue un planeta habitable» .

Sin embargo, a su juicio, la auténtica cuestión sería más bien si el Planeta Rojo pudo albergar algún tipo de vida inteligente y si continúa siendo así en la actualidad. González Fairén respondía a ABC que «no tenemos datos concluyentes ni para decir que sí ni para decir que no» a la existencia de entes de vida sencilla o de algún tipo de bacteria.

Pero no esperemos ver a astronautas sobre la superficie marciana, al menos, hasta 2027 cuandos tiene previsto el envío de los primeros seres humanos la popular misión«Mars One» para la que ya hay más de 100.000 voluntarios, aunque últimamente ha tenido problemas económicos. O en 2030 cuando la NASA tiene fijado mandar a la suya . Su administrador general, Charles Bolden consideró el pasado mes de mayo que el «destino del hombre» es enviar seres humanos a Marte .

Mientras tanto artistas como la sueca Ville Ericsson, echan a volar su imaginación y especulan sobre cómo sería la colonización del Planeta Rojo Marte. Ericsson ha dibujado, en este sentido, una superficie de Marte llena de cápsulas diseminadas , en cuyo interior pueden vivir humanos y personas así como una gran estación espaciala orbitando alrededor o unos astronautas que deben salir con protección ante una atmósfera hostil.

Sea como fuere parece quedar mucho camino todavía, antes de que se pise el Planeta Rojo, y sepamos directamente lo que puede albergar. Luego están las dificultades de un viaje de meses o años en una nave espacial y el establecimiento de una base permanente En este sentido, una investigación de la Universidad de California, aseguraba en mayo que durante los largos vuelos espaciales el cerebro de un astronauta podría dañarse por «partículas destructivas» que son expulsadas por los rayos cósmicos galácticos y que atraviesan las naves espaciales.

En paralelo, la NASA aislaba a seis personas en la ladera noroeste del volcán Mauna Loa (Hawaii) para simular lo que sería la vida en Marte y conocer el comportamiento humano bajo estas particulares circunstancias, entre los muchos esfuerzos que se están realizando para enviar a astronautas a Marte.