Llega al Liceu una «Norma» con el espíritu de «Games of Thrones»

La cantante estadounidense, aplaudida en el Gran Teatre como Tosca y Aida, e inolvidable protagonista de la «Norma» en el Festival Castell de Peralada de hace dos veranos, es consciente de que se enfrenta a un papel titánico: «Es un gran ejercicio vocal, mental y físico. Norma exige mucho y en esta ópera, más que en ninguna otra de las que canto, pesan tanto las relaciones del personaje con el padre, con Adalgisa, con Pollione, con sus hijos... Son fundamentales para este papel que es tan complejo, más todavía cuando se trata de una producción como esta, en la que se enfatiza en lado oscuro del personaje».

Radvanovsky fue la encargada de estrenar el pasado mes de julio en San Francisco la producción que firma el director de teatro, cine y ópera Kevin Newbury. «Se trata de un montaje que transcurre en una época y un espacio imaginarios en el que todo es muy oscuro y que recuerda, tanto en la escenografía como en el vestuario, a la saga de “Games of thrones”, y que funciona muy bien», apunta. Con esta «Norma», el Liceu se traslada a los Reinos de Poniente.

El maestro Palumbo insiste en que «es muy difícil encontrar un reparto adecuado para cantar esta ópera, pero creo que aquí la haremos muy bien, consiguiendo la atmósfera justa gracias a un buen trabajo en la búsqueda del sonido y de los detalles, incluso en cómo enfocaremos los recitativos. Es una ópera de sabores antiguos y de gran tensión dramática: como se sabe, era la ópera favorita de Wagner».

La obra de Bellini, que estará en cartelera hasta el 17 de febrero con un total de siete funciones, contará con un segundo reparto de lujo encabezado por la soprano norteamericana Tamara Wilson, que acaba de cantar «Aida» en el Met de Nueva York. Junto a ella podrá verse a la mezzo Annalisa Stroppa como Adalgisa (la del primer «cast» será Ekaterina Gubanova) y al tenor Andrea Carè. Si Radvanovsky ya ha cantado el personaje protagonista en varias ocasiones después de debutarlo en Oviedo, Wilson lo asume por vez primera ahora en Barcelona. «Para mí representa un doble reto, ya que es un rol muy difícil que implica mucha emoción y tensión», apunta la joven intérprete, ganadora del Concurso Viñas de hace un par de ediciones.

Y si Sondra Radvanovsky dice haber preparado su debut en este rol alrededor de cinco años, Tamara Wilson confiesa que lo hizo en año y medio: «Posee muchos puntos que hay que trabajar a fondo», continúa Wilson, «como su italiano arcaico, además de que el papel posee millones de notas y de palabras». Completan ambos repartos los bajos Raymond Aeto y Simón Orfila como Oroveso, Ana Puche como Clotilde y Francisco Vas como Flavio.