En la meditación de esta semana, despedimos al 2019 y damos la bienvenida al 2020. Porque empezamos un nuevo año y, como todo nuevo inicio, es una nueva oportunidad para parar, reflexionar y para empezar de nuevo.
Los inicios de ciclo son buenas ... oportunidades para saborear las experiencias significativas que ocurrieron, cada una de las experiencias que conformaron tu camino y las que fueron cimientos de los aprendizajes presentes. Reflexionar para aprender de lo vivido .
Agradecer y darles el valor que merecen como experiencias de tu propia historia y también para soltar. Soltar aferramientos, preocupaciones, pasado. Porque necesitamos soltar para recibir, sentir que vaciamos para seguir llenándonos y nutriéndonos de nuevas experiencias que están por llegar.
En esta meditación te invito a recibirlas con apertura y entusiasmo. A recibirlas despierto, junto a una mente y corazón fuertes, resilientes, que te acompañen en cada nueva experiencia. En cada nueva oportunidad. Con la atención que, a cada instante, merece tu vida, tus experiencias, tus elecciones.
Te invito a vivir sintiendo los instantes del nuevo año, eligiendo tu dirección y tu forma de vivirlo. Te invito a vivir sonriéndole a la vida, sonriéndote a ti misma, a ti mismo. Dejando esa huella que te gustaría recordar.
Y, junto a esta sonrisa, esta apertura y este entusiasmo te deseo muy feliz año.
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