Los votos laboristas y de conservadores «rebeldes» derrotan a Cameron por la UE
La Cámara de los Comunes exige por trece votos que el gobierno británico defienda en Bruselas un «recorte en términos reales» de los presupuestos comunitarios para 2014-2020
borja bergareche
La autoridad del primer ministro británico, David Cameron, y del Ejecutivo de coalición que preside ha sufrido una fuerte derrota parlamentaria a manos de una inusual coalición de diputados conservadores «euroescépticos» y de parlamentarios laboristas. La Cámara de los Comunes ha aprobado este miércoles por ... trece votos (307 frente a 294) una moción que anima al gobierno a defender un recorte en el proyecto de cuentas de la Unión Europea presentado por la Comisión Europea para el periodo 2014-2020.
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Se trataba de una moción no vinculante legalmente, por lo que un portavoz de Downing Street se limitó ayer a anunciar que el primer ministro «toma nota del resultado» . Pero, políticamente, la derrota es amarga y dolorosa para Cameron por tres motivos. No ha logrado evitar que decenas de diputados de su partido se salten a la torera las instrucciones de su jefe de filas y le asesten una humillante derrota, justo un año después de que 81 «rebeldes» «tories» le exigieran, en otro voto no vinculante, un referéndum sobre la UE.
«Cameron es débil en el exterior y débil en casa», le acusan los laboristas
Además, sus acusaciones ayer de «oportunismo» al líder de la oposición, Ed Miliband –los laboristas han sido siempre una formación europeísta, que en el pasado aprobó fuertes incrementos del presupuesto de la UE– no han logrado impedir que los promotores «tories» de la moción acepten con agrado los votos del «enemigo» laborista.
El tercer motivo de preocupación para Cameron es quizás el más hiriente, y se lo recordaba ayer el propio Miliband: «[Cameron] es débil en el exterior, y débil en casa». En efecto, aunque el voto de esta tarde no es vinculante, anuncia grandes dificultades si el gobierno vuelve de la cumbre del próximo 21 de noviembre (en la que los líderes de los 27 deben aprobar las cuentas de la UE para 2014-2020) con un presupuesto no recortado, como le piden muchos de sus diputados. «Ni un penique más para una UE obesa, ineficaz y despilfarradora» , decía ayer Mark Pritchard, uno de los promotores de la enmienda rebelde».
El gobierno británico está dispuesto a apoyar un incremento nominal del presupuesto comunitario que en ningún caso supere un ajuste del 2% por la inflación, aunque, por otro lado, ha recordado hoy su disposición a usar el veto si no se logra un presupuesto que pueda aceptar. «Idealmente lo queremos recortado, como mal menor, congelado», aseguraba ayer Cameron, en su infructuoso intento de impedir la derrota en Los Comunes.
Su postura implica una reducción de unos 200.000 millones con respecto al presupuesto para 2014-2020 que pide la Comisión: 1,025 billones de euros (equivalente al 1,05% del producto nacional bruto de los 27) en siete años. Otras países, como Suecia, Francia, Holanda y Dinamarca podrían apoyar la propuesta alemana de limitar los recortes a 140.000 millones. Entre las posturas de los defensores de una mayor austeridad comunitaria y los planes de la Comisión Europea se ha situado la presidencia chipriota del Consejo con una propuesta de reducción de unos 50.000 millones.
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