EL JUEZ HABLA SOBRE EL LADRÓN CONFESO DEL CÓDICE CALIXTINO
Vázquez Taín: «Castiñeiras no es un simple raterillo, es audaz»
Las indagaciones fueron «muy complejas», según Vázquez Taín, porque «este hombre nunca dio signos de ostentación , tiene una casa que compró hace cuarenta años, otra fruto de una herencia...»
EFE
« Manuel Fernández Castiñeiras no es un simple raterillo de monedas, es un hombre audaz ». El juez instructor de la causa abierta por la sustracción del Códice Calixtino en 2011, José Antonio Vázquez Taín, dice del autor confeso del ... robo de este manuscrito del siglo XII que es «una persona muy astuta», en una entrevista concedida a la agencia Efe.
El ritmo de la investigación ha sido de frenopático . El último episodio conocido hasta la fecha se produjo de madrugada, con el hallazgo, en otro registro, de 600.000 euros en el interior de una maleta apartada en el patio del edificio de Milladoiro (A Coruña) en el que residía este electricista con su mujer, Remedios Nieto.
« Teníamos indicios , después de las inspecciones practicadas y del trabajo de investigación, de que había más dinero , y lo lógico era seguir buscando . Lo encontramos, y se está contando en una entidad bancaria», detalló el magistrado gallego.
A partir de ahora, se produce un punto y seguido en el esclarecimiento del saqueo más sonado de la historia de Galicia, «porque no podemos afirmar que todo el dinero sea procedente de robo», indicó Vázquez Taín. «Hacer afirmaciones en este sentido sería temerario», añadió. Queda comprobar si Fernández Castiñeiras manejaba cuentas bancarias, si guardaba «todo el dinero en casa», y si parte del botín intervenido -unos 1,8 millones de euros- procede de su trabajo.
«No es como los narcos de Arousa»
La Policía, bajo la tutela del juez Taín, trata de averiguar si «hay dinero de origen lícito», porque Castiñeiras era instalador eléctrico -hace siete años le dio un ictus y cobraba una pequeña pensión-, hacía labores de mantenimiento, y no se puede descartar que «algo» proceda de su trabajo .
Las indagaciones fueron «muy complejas», según Vázquez Taín, porque «este hombre nunca dio signos de ostentación , tiene una casa que compró hace cuarenta años, otra fruto de una herencia...". Aparte, tiene otras propiedades, pero su residencia conyugal es austera.
El Sindicato Unificado de Policía -SUP- reprochó a los investigadores que no se hubiese tenido en cuenta un informe de un agente que, a los tres días de la desaparición del valioso documento custodiado en la Catedral, apuntó a Manuel Fernández Castiñeiras como el supuesto autor.
«Había cientos de sospechosos, y él no mostraba signos de ostentación. No es como los narcos de Arousa », manifestó a Efe Vázquez Taín, que concretó que «no es que tuviese un comportamiento extraño; necesitábamos indicios para poder dictar una resolución», subrayó.
«Yo hice la pregunta de las bolsas de plástico, pero fue una casualidad»
«Se apoderó del Códice Calixtino, lo guardó, y no volvió a tocarlo», apreció el juez, al recordar el día de la aparición, cuando este libro de valor incalculable fue localizado en un garaje envuelto meticulosamente en papel de periódico y bolsas, dentro de una caja de cartón.
« Teníamos abiertas otras líneas de investigación , lo que nos llevó a centrarnos en él (Fernández Castiñeiras) fue todo lo contrario a cualquier comportamiento extraño», recalcó Vázquez Taín, convencido de que si este electricista no se acercó a la legendaria obra fue por el temor a poder ser descubierto.
«Fue cuidadoso en eso», puntualizó el magistrado, que reconoció que el descubrimiento del escondite del Códice Calixtino fue casual. «Se supo que tenía en Milladoiro ese garaje que utilizaba como trastero, estuvimos buscando, y cuando parecía que tampoco estaba allí, pues la Policía lo encontró», enfatizó.
Vázquez Taín restó importancia a su buen olfato, pese a haber preguntado a los agentes ese miércoles histórico si habían mirado «en unas bolsas de plástico» cubiertas por cemento y cartones, olvidadas en esta plaza de aparcamiento cerrada. « Es cierto que yo hice esa pregunta, pero, me reafirmo, fue una casualidad . Todo el mérito es de la Policía, la nuestra es una de las mejores del mundo en la protección del patrimonio. Por eso no ocurre como en Grecia o Italia, por ejemplo, donde quizás no estén tan seguros».
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