Las anécdotas más extravagantes de los famosos en las discotecas de Madrid

Todo lo que tocan estas «celebrities» se convierte en oro y cualquier local que pisan se transforma, al cabo de un tiempo, en la sala de moda para los más fiesteros que buscan codearse con sus ídolos e incluso llegar a hacerse una foto con ellos.

Esto es lo que le pasó a la discoteca MOMA 56 en 2010 cuando se encargó de organizar la fiesta de la selección española tras ganar el Mundial de Sudáfrica . A ella acudieron los «héroes», ahora tricampeones, acompañados de sus novias, (recordemos a una Sara Carbonero de rojo, muy cariñosa con el mejor portero del mundo, Iker Casillas) .

Desde ese momento, el nombre de la sala de fiestas se hizo internacionalmente conocido y no ha dejado de recibir a estrellas del faranduleo. En las últimas semanas han pasado por ella desde el exjugador del Real Madrid, Guti -un habitual en esta discoteca- ,hasta Irina Shayk, novia de Cristiano Ronaldo.

Precisamente es CR7 uno de los clientes más habituales de la discoteca. «Siempre se coge una sala VIP para sus amigos y solo t oma Red Bull, nada de alcohol . No es muy bailarín aunque cuando suena el "Ai se eu te pego" , lo da todo», cuenta Karla, Vázquez, organizadora de eventos de MOMA.

Es ella misma la que nos desvela algunas de las anécdotas de los famosos en la sala. De este modo, conocemos que a Paulina Rubio le encanta cenar con tequila «de más de cien euros» y a E va Longoria tomar «vino español» , así como que los futbolistas del Rayo Vallecano celebraron con mucha euforia y litros de alcohol la permanencia en Primera División.

Pero para excentricidades de famosos, la que vivió la discoteca Pachá . Cuentan sus representantes que una vez un grupo británico de música (del que no quieren dar nombre) pidió carne para perros para su zona VIP. Al día siguiente las latas estaban vacías y lo más extraño es que no fueron acompañados por ningún can.

Aseguran en Pachá que una de sus máximas es la preservar al máximo la privacidad de los famosos por lo que no dejan ni grabar reportajes ni entrar a periodistas con cámaras. Lo mismo ocurre en Joy Slava , discoteca a la que suelen ir personajes de la talla de Cayetano Rivera, George Clooney, Claudia Schieffer, e incluso la Princesa Victoria de Suecia y el Príncipe Guillermo de Inglaterra.

Fue en esta sala en la que la leyenda del rico derrochador de billetes se hizo realidad. Así, cuentan que una vez un anónimo pidió que le dieran todo el efectivo de la caja, lo pagó con su tarjeta, lo metió en una bolsa y lo arrojó al público el dinero desde la última planta.

Sin embargo, es en la mítica Joy donde reconocen que «ahora los famosos llevan una vida más privada dando paso a un tipo de famoso más de reality show». Personajes de la televisión se están haciendo hueco cada vez más en el mundo de los photocall de las salas de fiestas.

En este sentido, es por todo conocidos en Madrid las discotecas Serrano 41 , New Garamond , Fortuny , Musée o la famosa Posada de las Ánimas a la que acuden nuevos famosos del tipo de «Gran Hermano» u «Mujeres y Hombres y Viceversa» de Telecinco, programa del que salió Tamara Gorro , la ya nueva esposa del exjugador del Real Madrid Ezequiel Garay.

Discotecas de siempre con famosos de toda la vida y «nuevas adquisiciones» en locales en auge, como el Oh! Cabaret (antiguo Buddha) donde estuvieron los jugadores españoles tras ganar esta Eurocopa . Sea como fuere, las discotecas madrileñas siempre están y estarán llenas y las bolas con espejos ochenteras nunca dejarán de brillar desde el techo.