«Invertir en Corea del Sur es más seguro que en otros países en los que España arriesga»

El representante diplomático, que asiste este miércoles al acto de constitución de la Cámara de Comercio España-Corea -de la que es presidente honorario, junto con el exministro Josep Piqué -, anima a hacer negocio en su país y a sacar partido al Acuerdo de Libre Comercio con la Unión Europea que entró en vigor en julio del pasado año. «Los empresarios españoles exageran el riesgo que supone la amenaza de Corea del Norte», asegura.

Casado y con tres hijas, embajador en España desde marzo de 2010, Oh considera que Corea del Norte «debe abrirse para sobrevivir». «La relación [con Pyongyang] está atascada, hay pocos movimientos». «Si ellos nos atacan otra vez [en referencia al bombardeo, hace un año y medio, sobre la isla de Yeonpyeong que causó dos muertos], estamos listos para contraatacar», sentencia.

— Habla usted de «distancia psicológica» como uno de los mayores obstáculos en la cooperación entre Corea del Sur y España. ¿A qué se refiere y cómo puede superarse?

— España y Corea tienen una excelentes relaciones políticas y sociales, pero las relaciones comerciales tienen todavía mucho espacio para la mejora. En mis viajes por España he aprendido que el principal escollo es el desconocimiento sobre la realidad de mi país. Muchos empresarios españoles, que han realizado apuestas arriesgadas en otros mercados, recelan de Corea por falta de conocimiento. En realidad, invertir en Corea es más seguro que hacerlo en muchos de los países donde España invierte y arriesga. Los empresarios españoles valoran el riesgo generado por Corea del Norte de una manera mucho más exagerada del que realmente es.

— ¿Qué fortalezas cree que España debe hacer valer para intentar salir de la crisis? ¿Qué ámbitos representan oportunidades de trabajo conjunto entre Corea y España?

— Para España es fundamental fortalecer la relación económica con Asia. Eso permitirá que muchas empresas e industrias españolas profundicen en su internacionalización, haciendo al país más competitivo. En Corea nos interesa especialmente su experiencia en energías renovables o en contenidos digitales, donde podemos encontrar bases para una alianza estratégica entre ambos países.

— El éxito del sistema educativo [con excelentes resultados en evaluaciones internacionales como el informe PISA] y la inversión en I+D [el 3% del PIB, quinta en gasto a nivel mundial]es sin duda, un factor clave a la hora de entender el desarrollo económico y social de su país. ¿Cree que ese modelo es exportable a España?

— La pasión del pueblo coreano por la educación es extraordinaria. Las familias invierten mucho en la educación de sus hijos, y al mismo tiempo exigen muy buenos resultados. Se ha logrado que el sistema educativo sea muy eficaz y los profesores se encuentran entre los profesionales mejor pagados. También se ha invertido mucho en permitir a los estudiantes coreanos estudiar fuera, en EE.UU., China o Europa. Los buenos resultados de las evaluaciones internacionales son fruto de esta realidad, pero también debemos señalar que los jóvenes están sometidos a una gran presión social por conseguir resultados tangibles. En cuanto a la investigación, pensamos que debe ser un esfuerzo compartido, entre el Estado y las empresas, y ha dado grandes resultados en nuestro país.

— La tensión con Corea del Norte parece haberse relajado en los últimos meses, pero ambos países siguen manteniendo una difícil relación. ¿Cómo reaccionaría Seúl en caso de producirse un nuevo ataque por parte de Pyongyang [como el de diciembre de 2010 contra la isla surcoreana de Yeonpyeong]? ¿Qué papel juega España?

— Las amenazas norcoreanas no funcionan, no sirven. Si ellos nos atacan otra vez, estamos preparados para contraatacar. La relación está atascada, hay pocos movimientos. En Corea del Norte no existe la libertad, y deben abrirse para sobrevivir. Por ejemplo, en la zona franca entre ambos países, empresas surcoreanas dan empleo a más de 50.000 trabajadores del Norte. España brinda su apoyo a la paz y estabilidad de una península coreana libre de armas nucleares, presentando acusaciones contundentes a las provocaciones norcoreanas como el ataque a la corbeta «Cheonan» y el bombardeo a Yeonpyeong. El papel de la comunidad internacional y, especialmente, de España es determinante.