El retorno de Elsa Schiaparelli (sin Schiaparelli)

La noticia del retorno de la casa de la italiana ha emocionado a los fashionistas de todo el mundo, que tendrán que esperar hasta marzo de 2013 para ver las creaciones sobre la pasarela . Han asegurado que se centrarán en los accesorios, una de las grandes apuestas de la diseñadora (solo hay que recordar el sombrero zapato).

«Schiaparelli vuelve a la escena de la moda y se va a convertir en el verdadero icono del futuro. Una representación muy leal pero también muy contemporánea de su trabajo va a pretender alcanzar sus verdaderos objetivos: regresar al “sueño” y su modernidad. La idea no es imponer el dictado de la moda, sino crear un producto que sea lo mejor que se pueda obtener en términos de gusto y calidad, con todo el tiempo que sea necesario para alcanzarlo», afirma Diego Della Valle, CEO de la firma Tod's, que adquirió en 2006 los derechos de la marca. Hasta octubre no conoceremos el nombre del diseñador que asumirá el reto de ponerse al frente de la maison, pero ya se ha revelado que la actriz francesa Farida Khelfa será la imagen.

Elsa Schiaparelli, apoyada por Paul Poiret desde antes de que comenzase su carrera, fue una de las primeras diseñadoras que demostró que el diseño de moda es una disciplina artística más. « Diseñar ropa es un arte , uno muy dificil y poco satisfactorio, ya que, nada más nacer, la prenda creada ya es cosa del pasado», dijo la diseñadora.

Por eso se relacionaba con artistas coetáneos pertenecientes al movimiento surrealista y dadaísta de los veinte y los treinta y era totalmente consciente de la época de cambios en la que vivía. Salvador Dalí, Jean Cocteau o Man Ray fueron algunos de sus aliados y fuentes de inspiración para su moda sin reglas, hecha a base de percepción, intuición y sobre todo talento. La moda junto al arte y no junto al mercado.

La Segunda Guerra Mundial alejó a Schiaparelli de París. Se la llevó a Nueva York y cuando volvió se encontró con otra guerra. La suya propia contra el estilo austero y el New Look de Dior de la posguerra. Sus excentricidades se habían vuelto demasiado incomprensibles y acabó retirándose de la moda en 1954.

Ahora ha vuelto, parece que ha comprendido que se adelantó a su tiempo demasiado. El siglo XXI comprenderá mejor a la italiana . Seguro que con Galliano habría tenido una interesante conversación o dos. El reto de la firma consiste en ser Schiaparelli sin Schiaparelli y no morir en el intento.