La ONU enviará 300 nuevos observadores a Siria

Esta misión está enmarcada dentro del plan de paz auspiciado por la ONU, y pretende comprobar que se cumple el alto el fuego acordado, cosa cuestionable. «La aprobación de esta resolución es fundamentalmente importante para impulsar el plan de paz de Annan», aseguró tras la aprobación el embajador de Rusia, Vitaly Churkin, quien agregó que también ayudará «a estabilizar la presencia de la ONU en Siria».

De manera concreta, la resolución indica que la estancia de los observadores se extenderá hasta un máximo de tres meses en un principio. «Se decide establecer por un periodo inicial de 90 días la misión de supervisión de la ONU en Siria, con un componente inicial de 300 observadores militares desarmados, y dirigida por uno de ellos, así como de personal civil», indica la decisión adoptada bajo la presidencia de turno de Estados Unidos.

La comunidad internacional no ha dudado a la hora de calificar esta decisión. El primer país en explicar su postura ha sido Francia a través de su embajador Gérard Araud , que cifró en 11.000 los muertos causado debido a la represión Siria. «Después de tantos meses de bloqueo, Siria debe de escuchar el mensaje unánime de la comunidad internacional y entender el significado de su compromiso para que ponga fin a esta situación intolerable», explicó. Sin embargo, continuó declarando la dificultad existente en el tratado de paz, «la situación es inquietante por el rechazo de Damasco a cumplir sus compromisos» sentenció.

A su vez, Araud señaló la dificultosa situación que se vive en la actualidad en el país y la dificultad para instaurar la paz. «El Ejército sirio realiza retiradas engañosas y prosigue los bombardeos y el uso de artillería pesada» contra los centros de población civil, señaló el diplomático. Finalmente, el francés insinuó que espera que esta misión tenga más éxito que la primera, en la que el envío de una docena de observadores a Siria no ha cambiado «el comportamiento asesino del régimen»

Por otro lado, su colega alemán , Peter Wittig , insistió, por su parte, en que «la decisión de hoy implica riesgos: El alto el fuego es incompleto y las autoridades sirias continúan bombardeando las ciudades, y también se producen violaciones y abusos contra mujeres, niños y minorías».

Esta medida se enmarca dentro del plan de alto el fuego promovido por Annan, en vigor desde el pasado 12 de abril, y que estipula entre otras cosas el cese de las hostilidades, la retirada de los tanques de las ciudades, la liberación de los detenidos de forma arbitraria y el inicio de un diálogo entre las dos facciones.

Sin embargo, todas estas decisiones se toman mientras el régimen y la oposición siria se acusan mutuamente de violar a diario el alto el fuego. El viernes, la violencia dejó 46 muertos, 29 civiles y 17 soldados, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

En total, la violencia ha dejado al menos 11.100 muertos en 13 meses y decenas de miles de personas han sido detenidas, según la ONG.

La decisión de enviar nuevos agentes se ha tomado horas después de que los observadores de la ONU ya en Siria visitaran la ciudad de Homs, uno de los simbólicos bastiones de la oposición.

Dichos enviados, se han reunido con el gobernador de la zona, según ha informado la agencia de noticias oficial SANA a través de su página web. Un portavoz de Naciones Unidas, Jaled al Masri, ha confirmado a su vez este encuentro y ha explicado que los observadores, que forman parte de un equipo de avanzada previo a una misión mayor, han visitado varios barrios de Homs.