«Conciliar no es trabajar menos»

-Mujer, familia y trabajo. ¿Un difícil equilibrio aún en nuestros días, no?

-Siempre ha sido nuestra seña de identidad para lograr la conciliación lo que ahora llamamos equilibrio. Es indudable que la mujer tiene una dificultad añadida por las responsabilidades asumidas, pero nuestra razón de ser es lograr la conciliación de las personas; es decir, también de los hombres, porque ellos quieren conciliar al darse cuenta de lo mucho que se perdían hasta ahora. Además, nos centramos en las personas porque no vamos a lograr que cambie la situación si seguimos luchando solas. La necesidad del equilibrio personal y profesional es esencial, y debemos tenerlo en los dos casos por igual.

-¿De qué manera se lleva a cabo esa lucha?

-El principal argumento es que una persona que concilia es más humana, competitiva y productiva. Es la mejor manera de demostrarlo porque son indicadores reales que nos dan a entender que también la conciliación es necesaria para la propia empresa, ya que la productividad está cien por cien relacionada con las personas. El principal activo de una empresa son las personas, con sus circunstancias privadas y profesionales. Si la empresa consigue en sus profesionales un equilibrio personal y profesional, va a conseguir su fidelización y compromiso.

-¿No cree que este argumento puede resultar algo utópico, sobre todo ahora, en tiempos de crisis?

-Hay que romper el tópico de que la conciliación es para trabajar menos; se trata de trabajar de forma diferente. El mundo ha cambiado en todos los sentidos y ahora las personas trabajan con tecnologías que facilitan aún más la conciliación. La cultura, el mundo, la sociedad nos arrastran a una forma muy diferente de gestionar personas, de liderar y trabajar en general. Mucha gente identifica erróneamente que la conciliación supone que el empleado quiere salir a las tres, y no es así. El empleado rentabiliza su tiempo y es más productivo.

-¿Cómo convencer a escépticos?

-Lo que se busca es flexibilidad, y gracias a las nuevas tecnologías se puede trabajar desde cualquier sitio. También se busca una flexibilidad temporal mediante una horquilla de horario más amplia, tanto para la entrada como para la salida del trabajo, lo que supone, además, un ahorro de tiempo en los atascos, de combustible... Los empresarios deben romper moldes fijos como la obsesión por el fichaje de los empleados, el control, la rigidez... porque no supone ningún coste. Si el empresario confía en el empleado habrá un mayor compromiso, responsabilidad y más implicación en la empresa, lo que redunda en más beneficios. Hay que insistir en la necesidad de proponer una dirección por objetivos, y no por control de presencia. Esta política permite un ahorro de costes increíble, porque hemos demostrado en un estudio que las empresas habían ahorrado en costes fijos por dar flexibilidad de espacio -lo que se llaman ahora movilidad geográfica, puestos comunes...- hasta un 25%.