«Como encima de mi mesa de trabajo»

Hace ya un año que Rafael Fernanz, responsable de canales de comunicación interna del Banco Popular, se sentó con su mujer a valorar una de las opciones de conciliación que le ofrecía el banco. La propuesta de la entidad financiera a la que Rafael podía acogerse consistía en hacer un horario continuado que diera comienzo a las 8:00 de la mañana y que le facilitaba salir a las 16:00 de la tarde. No lo dudaron. Ella es periodista, y su trabajo no se lo permitía, así que en este caso sería él quien se comprometiese a salir antes para ir a recoger al colegio a los dos niños de la pareja.

«En el Banco Popular hay mucha transparencia y eso hace que este tipo de decisiones sean más naturales». La cuestión básica, para él, es la organización. «Como encima de mi mesa. Me traigo la comida de casa, o me compro una ensalada en la cafetería de abajo, y en diez o quince minutos he comido». De esta forma, asegura Rafael, se evita las típicas jornadas maratonianas, tan habituales en España, donde se utilizan dos horas para ir a comer, luego se sale un rato para tomar un café, etc. «Llevo cerca de trece años trabajando en el banco y puedo asegurar desde mi experiencia que de cara al rendimiento laboral este es el mejor horario, ya que se optimiza al máximo la productividad».

iguales tanto para el padre como para la madre. «Por lo general, la gente piensa que las medidas de conciliación van dirigidas sólo a la mujer, pero los hijos son de los dos. Gracias al banco, soy yo el que tengo la posibilidad de conciliar, y si no me hubiera acogido a estas medidas, nuestros niños crecerían solos».

Este profesional es rotundo al respecto, al asegurar que el cambio de horario «no me ha afectado en mi trayectoria profesional en absoluto». «Yo me siento muy tranquilo, aunque es verdad que al principio no dejas de preguntarte si una decisión así afectará en tu situación laboral», explica.