Gemma Mengual: «Volví, pero no me sentía realizada, no me llenaba entrenar»

Mengual indicó que la decisión de su despedida ha sido muy meditada y con la que se siente muy a gusto y aliviada, incluso. «El mejor momento para dejarlo es cuando un deportista lo siente así, cuando lo ve claro y está convencido . Es el momento en el que se siente feliz y siente una liberación y este es mi caso». El momento clave, «el día siguiente de la última competición, me entró una sensación de insatisfacción e infelicidad . Había vuelto, pero no me sentía realizada, no me sentía bien. Y decidí que ya había dado a este deporte todo lo que podía dar ».

Nil, su hijo, también tuvo mucho que ver: «Desde que quise hacer mi parada maternal en 2009 mis prioridades han cambiado mucho. En estos dos años sin competir, como no había decidido ningún momento definitivo siempre tuve ese gusanillo de a ver qué pasa. Volví a los entrenamientos y la exigencia, aunque ya la conocía, pero con mi nueva situación y todo lo que me suponía vi claro que ya era una tontería. Había días que se me hacía muy duro irme de casa y dejar a Nil , luego apenas lo podía ver una hora. Para hacer un deporte al cien por cien, tienes que estar al cien por cien».

Ser madre le gusta, a pesar de que Nil no pare de quejarse en la sala de prensa. No sabe si su hijo se dedicará a la natación, «quiero que haga lo que él quiera, pero ahora cada vez que ve una pelota grita gol, así que igual ya ha elegido», dijo siempre sonriendo.

Afirmó que no puede quedarse con un solo momento, ha tenido experiencias increíbles y maravillosas en competiciones internacionales y en los entrenamientos, aunque la culminación de todo deportista son los Juegos Olímpicos. Aseguró sentirse feliz, no por las medallas que ha cosechado, sino por el camino que ha realizado . Todavía no ha decidido la nueva ruta que tomará ahora, lo irá pensando con calma, pero no descarta en absoluto seguir vinculada a la natación sincronizada : «Con el deporte me gustaría seguir porque es lo que he hecho toda la vida y lo que mejor se me da». No sabe si participará de una forma tangencial en los próximos Juegos Olímpicos de Londres, pero no dijo que no a colaborar de alguna forma. Su experiencia en el agua y en las competiciones importantes sí servirían de gran ayuda a las jóvenes.

En un camino de rosas, también hay espacio para las espinas y Mengual no se cortó al decir que en su vida profesional se le quedaron algunas lagunas. «Nunca he ganado una medalla de oro olímpica. Sí, me han quedado cosas, pero la vida es así ». No obstante, se siente una privilegiada y orgullosa del trato que siempre recibió y máxime ahora, cuando la catalogan como una de las mejores deportistas de la historia. «Mis padres siempre me han inculcado un tipo de vida muy deportiva y una forma de afrontar las cosas que me ha hecho llegar hasta aquí, y si esto sirve de ejemplo para los jóvenes, estupendo».

Sabe que es un icono del deporte, femenino y no, español , y siempre lo ha sabido llevar con elegancia y respeto, como en su despedida. El público, español y extranjero, siempre asociará su nombre a la natación sincronizada. Ella fue quien ayudó a crearlo y a sacarlo del ostracismo. Ella se inventó un camino nuevo para que ahora las siguientes puedan pasear sobre él. Pero no se arrepiente de haberle dedicado su vida al deporte , tuvo una adolescencia muy buena y pudo hacer todo lo que quiso, aunque con medida.

No sabe qué sentirá la próxima vez que se tire a una piscina, pero sí sabe que disfrutará porque su relación con el agua siempre ha sido muy estrecha . Como lo hará en los próximos Juegos de Londres, aunque sí cree que se le hará raro verlo desde fuera o desde casa y echará en falta la adrenalina de las competiciones, «pero cuando te cansa, te cansa», sentenció.