Las casas de Putin,un secreto de Estado
El hombre más poderoso de Rusia podría poseer casi una veintena de propiedades
RAFAEL M. MAÑUECO
«Diengui» («Dinero»), el suplemento económico del diario ruso «Kommersant», publicaba recientemente una lista de 26 mansiones y palacios «oficiales» dispersados por toda Rusia para disfrute del primer ministro, Vladímir Putin, y de su protegido, el todavía presidente Dmitri Medvédev. Muchos de esos inmuebles fueron ... puestos bajo el control de la Administración del Kremlin en la época en la que Putin desempeñó el cargo de jefe del Estado (2000-2008).
Se cree que él tiene en propiedad algunos de esos impresionantes edificios, pero nadie sabe si es realmente así y cuáles son en concreto. Según el redactor jefe de «Diengui», Serguéi Yákovlev, el Kremlin considera «secreto de Estado» cualquier tipo de información sobre las residencias de los altos dirigentes.
Putin vive habitualmente en Novo-Ogariovo, un palacete del siglo XIX situado en la periferia oeste de Moscú, en medio de una espectacular zona boscosa. Siempre fue residencia oficial para presidentes y al pasar a ocupar la jefatura del Gobierno se supone que debería haber cambiado de domicilio, pero no lo hizo.
Hay otras villas incluidas en el patrimonio del Estado para el uso de Putin y Medvédev. Por ejemplo, Bocharov Ruchéi, en el balneario de Sochi (Mar Negro), y otras no menos lujosas en Valdái, a medio camino entre Moscú y San Petersburgo, y Zavídovo, en las afueras de la capital. En San Petersburgo recurren al rehabilitado Palacio de Constantino, construido en el siglo XVIII.
Pero, según el portal digital «kompromat.ru», existen viviendas de gran opulencia que no figuran en el inventario oficial. El caso más sonado ha sido el aireado por el empresario Serguéi Kolésnikov, quien sostiene que Putin se está edificando a orillas del mar Negro, junto a Praskovéyevka, un palacio inspirado en la Granja de San Ildefonso suntuosamente decorado y con un jardín versallesco. Según Kolésnikov, tendría un coste de mil millones de dólares, obtenidos gracias a las «aportaciones» hechas por las empresas más importantes del país.
Ese sería el mismo esquema con arreglo al cual Putin recibe en usufructo multitud de inmuebles en el extranjero. Él nunca figura como propietario ni paga de su bolsillo. Según distintas publicaciones rusas, el primer ministro y candidato a presidente tiene a su disposición mansiones de lujo en Suiza, Baviera, Cerdeña, Niza y Chipre, además de pisos en ciudades como Londres, París o Viena.
No sería de extrañar que el ex alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov, necesitado ahora de la condescendencia de Putin para no acabar en la cárcel imputado por corrupción, le haya ofrecido otro lugar más de asueto. Esta vez, en la urbanización La Zagaleta.
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