Unos Smashing Pumpkins de lujo

Para colmo de males, sus últimas iniciativas no han hecho más que seguir el juego de la confusión. Primero anunció un vasto proyecto de 44 canciones titulado 'Teargarden By Kaleidyscope'. Los temas se irían publicando en la página web de forma gratuita y se venderían, reunidos de cuatro en cuatro, en formato EP y en tiradas limitadas. Posteriormente, se sacó de la manga 'Oceania', un disco más tradicional de trece canciones que se llegará a las tiendas el año que viene y se engloba dentro del citado 'megaproyecto'.

Pero no todo es malo. Entre este cúmulo de despropósitos, acaban de ver la luz las reediciones de los dos primeros trabajos de la banda, 'Gish' y 'Siamese Dream', un prometedor debut y un álbum magnífico, que ven ahora realzadas sus cualidades con unas ediciones de lujo, llenas de extras. Producidos por Butch Vig, artífice del apabullante 'Nevermind' de Nirvana, ambos LPs cimentaron la leyenda de una formación que, a pesar de nacer en plena vorágine grunge, no llegó a identificarse plenamente con el movimiento.

Las canciones de los de Chicago bebían más bien de estilos como el rock progresivo, el heavy metal, la psicodelia y, durante los años posteriores, el pop. Grupos como New Order, Black Sabbath y The Cure fueron algunas de las muchas influencias que la banda tomó. Por eso, frente a los temas de estribillo contundente pero facilón de Nirvana, Smashing Pumpkins optaban por desarrollos más largos y llenos de cambios que hacían de cada canción un viaje único. Así fue con 'Gish', un larga duración en el que la psicodelia tomaba las riendas en gran parte del disco -'Window Paine' y 'Rhinoceros' son dos buenos ejemplos-, pese a 'hits' algo más inmediatos como 'I Am One' y 'Tristessa'.

'Siamese Dream' es otra cosa. En sus trece cortes, el disco se permite encajar trallazos como 'Quiet', 'Geek U.S.A.' y 'Silverfuck' -una compleja composición de casi nueve minutos, que tan pronto te sacude como te acuna-, y ligarlos con absoluta normalidad a delicadas piezas acústicas como 'Sweet Sweet', 'Luna' o 'Disarm'. Por si fuera poco, Corgan se atrevía a abrazar un sonido más comercial con propuestas como la conocida 'Today' o 'Rocket'. Como no podía ser de otra manera, sólo hizo falta que MTV comenzara a promocionar sus vídeos para que el álbum, publicado en 1993, fuera un éxito y llegara a vender 4 millones de copias sólo en Estados Unidos.

Pero, ¿qué es lo que traen estas reediciones? Las versiones básicas tan sólo contienen el CD original remasterizado. Sin embargo, por poco más de 25 euros, se pueden adquirir las versiones de lujo con un CD extra y un DVD con un concierto de la época en la que salió cada disco. Y lo cierto es que la cosa sorprende porque incluso el fan que cree tenerlo todo -la banda ya publicó un CD de descartes y caras-b de esta época titulado 'Pisces Iscariot' y por Internet circula un montón de material con demos, ensayos y grabaciones de estudio- se encontrará con piezas hasta ahora desconocidas. A todo ello hay que sumar varias postales con fotos y un libreto con comentarios sobre cada canción.

Corgan ya ha explicado que ha firmado con la discográfica para publicar ediciones especiales de todos los álbumes, incluido el ya mentado 'Pisces Iscariot'. Habrá que ver de dónde saca material extra para revender un disco que ya es, por sí solo, material extra. Otro tanto de lo mismo puede llegar a ocurrir con 'Mellon Collie & The Infinited Sadness', un disco doble que fue acompañado posteriormente por una caja de singles llena de descartes titulada 'The Aeroplane Flies High'. De momento, el líder de la formación y el único miembro original que sigue al frente ya ha despedido a Kerry Brown, el productor que durante los últimos años ha acompañado a Corgan en el camino. No en vano, Brown ha sido uno de los máximos responsables de las dos reediciones. Una prueba más de que las calabazas siguen caminando hacia no se sabe muy bien dónde.