Madonna localiza en Zaragoza a quien ha filtrado su último disco
Un joven de 31 años, detenido por difundir en internet grabaciones que aún eran privadas
ROBERTO PÉREZ
Tiene 31 años, es soltero, vive con sus padres y lleva una vida absolutamente normal, pero ahora se enfrenta a una causa abierta por «descubrimiento y revelación de secretos» que está castigada en el Código Penal español con una pena de entre uno y cuatro ... años de prisión, y con multa de doce a veinticuatro meses. El motivo: haber difundido a través de redes sociales grabaciones de las sesiones preparatorias del nuevo disco de Madonna.
El joven fue detenido ayer, después de que la artista pusiera en marcha su maquinaria legal al comprobar que se habían producido estas filtraciones por internet. Madonna puso el asunto en manos de su despacho de abogados europeo, con sede en Londres. Allí empezaron a indagar en internet y determinaron que las filtraciones habían salido de un ordenador español. Los letrados londinenses pasaron el asunto al despacho español Garrigues, que este lunes presentó denuncia en nombre de Madonna ante el Grupo de Delitos Tecnológicos, y el martes era detenido J. M. R. en Zaragoza. A este joven de 31 años se le intervino material informático que contenía las canciones filtradas. Tras concluir las diligencias policiales, fue puesto en libertad con cargos. Ahora queda en manos de la Justicia.
Fuentes de la investigación han indicado a ABC que el joven confesó que había colgado en internet este material, con el que se había encontrado en la red porque es un «gran fan» de Madonna. Ha insistido en que lo hizo sin sacar nada a cambio, de forma totalmente altruista, porque le «encanta Madonna y todo lo que tiene que ver con ella».
Ahora las investigaciones se centran en localizar dónde encontró ese material, para determinar quién del entorno de la artista filtró inicialmente esos contenidos, o quién y cómo se hizo con ellos.
En cuanto al joven de Zaragoza, queda en manos de los tribunales. La firma de abogados Garrigues eludió realizar declaraciones sobre el caso. «No podemos comentar nada de un cliente y de un procedimiento que está abierto en los juzgados», indicaron.
Las grabaciones en cuestión tienen la condición de material estrictamente privado, «secreto», y tanto hacerse con ellas sin consentimiento como difundirlas es castigado por el Código Penal español. La difusión, en aplicación del artículo 197.2 del Código Penal, acarrea entre uno y cuatro meses de prisión.
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