Antón Reixa, de resentido a candidato

Hace años, Reixa decía: «Nadie debe tratar de hacer lo que no sabe ni querer ser algo más de lo que es». O sea, haz lo que yo te diga pero no lo que yo haga.

Su carrera de los últimos años está ligada a su vinculación política. En 2005 se convirtió en presidente del Clúster Audiovisual gallego , que conoció su mayor actividad durante el gobierno bipartito del PSOE y el BNG (la Consellería de Innovación e Industria le dio ayudas por valor de 600.000 euros para I+D). En 2009 fue uno de los creadores de la corriente Máis Galicia, dentro del BNG, defensora de la autodeterminación y de la «plena normalización del gallego y la cultura nacional».

No se puede decir que no haya tenido oportunidades para dar rienda suelta a su talento. Así, con el vídeo electoral del BNG titulado «Eu son Anxo Quintana» (2009). Inspirado en «Espartaco», parecía la versión gallega de «Vaya semanita». Tuvo muchas parodias, aunque el original era la más conseguida. Antes, Manuel Rivas lo había elegido para dirigir la versión cinematográfica de «El lápiz del carpintero» (2003), pese a que Reixa sólo había dirigido series («Mareas vivas», en TVG, es la más conocida). La crítica lo machacó. También a la pobre Anne Igartiburu, que como bella monja superó la inverosimilitud de Sara Montiel o Silvana Mangano. Reixa había leído 78 veces la novela de Rivas, con lo que ha demostrado que la lectura reiterada de una obra literaria no te habilita para transformarla en película. Pero peor fue «Hotel Tívoli» (2007), que se rodó hasta en Groenlandia. Se recaudaron 216.616 euros y fueron a verla 48.828 espectadores.

Lo del cine es lo último de su renacentista persona. Antón Reixa es (o ha sido) poeta, profesor, músico, dramaturgo, productor de televisión y vídeo, guionista, actor, creador de series, director de cine y quizá, próximamente, presidente de la SGAE. Si gana, quiere cambiarle el nombre para borrar la mala imagen. Y no quiere líos con peluqueras.