Palau i Fabre se despide a lo grande de Picasso

«No escribía nada porque estaba absolutamente obsesionado con un libro que estaba haciendo sobre Picasso», apunta Guillamon mientras a pocos pasos se alza, imponente y en sus tres versiones en castellano, catalán e inglés, la última y definitiva prueba de tan dilatada obsesión: un libro monumental que, cuatro años después de su muerte, viene a dar por cerrada la majestuosa biografía con la que Palau i Fabre profundiza en la obra del genio malagueño y que se completa con los títulos «Picasso vivo: infancia y primera juventud de un demiurgo (1881-1907)», «Picasso cubista (1907-1917)» y «De los ballets al drama (1917-1926)» .

«Del minotauro al “Guernica”», cuarto y último volumen de tan minuciosos y personales estudios picassianos, repasa, explora y documenta al detalle una época que arranca con el encuentro entre Picasso y Marie Thérèse Walter en las Galerías Lafayette de París y acaba fundiendo a negro con el “Guernica” y los horrores de la guerra. Doce años especialmente fértiles en los que el artista escribió poemas y dietarios y empezó a experimentar con la escultura y que quedan perfectamente retratados en el texto que Palau dejó mecanografiado antes de morir y en las más de 1.300 ilustraciones que lo acompañan. «Es, probablemente, el más personal y literariamente rico de los cuatro volúmenes; hay momentos que son prácticamente de novela picaresca, aunque todo apoyado siempre en argumentaciones artísticas», explica Guillamon sobre un volumen que incorpora también un texto de Maya Picasso en el que repasa la relación de su padre con las mujeres.

de la biografía y el análisis artístico una misma cosa, Palau repasa la relación de Picasso y Marie Thérèse Walter, rememora su paso por Barcelona, analiza las conexiones entre su relación con Dora Maar y las diferentes representaciones de la mujer que llora y comparte sus dudas de si el arte puede ser comprometido y, al mismo tiempo, seguir siendo arte. «Un hecho concreto le impide continuar en su posición relativamente reservada, y este hecho es el bombardeo de Guernica. No tengo ningún tipo de duda sobre el porqué de esta reacción. Como ya he escrito otras veces, la reacción de Picasso no es política ni esencialmente sentimental, es moral », escribe Palau en el extenso apartado dedicado a la gestación del «Guernica» y ese movimiento que llevó al pintor a cambiar sus problemas personales por los problemas colectivos.

Otro tipo de problemas, mucho más prosaicos, fueron los que tuvieron que sortear Guillamon y Vacarizo a la hora de enfrentarse a la composición del libro: Palau había compuesto a mano la maqueta de los tres tomos anteriores y los editores no han tenido más remedio que echar mano de reglas, escuadras y lápices para dar forma a este volumen y acabar consiguiendo que texto e imágenes discurran de forma paralela, «como si fuese la banda sonora de una película».