Cacabelos no da crédito
Los vecinos del municipio viven con estupefacción —pero también con cierta indiferencia— la situación de quiebra del Ayuntamiento, que hoy presentará nuevas medidas
ROSA ÁLVAREZ
EL municipio leonés de Cacabelos cuenta con unos 4.500 vecinos y una deuda heredada cifrada en algo más de 11 millones de euros que ha llevado al Ayuntamiento a una situación límite en la que las facturas y las reclamaciones por impago son la ... principal ocupación diaria del nuevo regidor, Adolfo Canedo. Tras haber logrado la Alcaldía en mayo, Canedo se ha visto envuelto en una situación que califica de «auténtica locura» y «una verdadera pesadilla» y es ahora cuando confía en que «con trabajo duro» el municipio pueda encontrar un poco de calma porque, «después de tanta desgracia, en algún momento esto tiene que cambiar».
La situación es extrema. Sin embargo, en las calles de Cacabelos lo primero que se percibe es la calma. En la plaza del Ayuntamiento varios grupos de vecinos se reúnen para pasar la tarde y hablar de sus cosas. La deuda no es, sin embargo, uno de los temas que más preocupa en el municipio. Muchos han oído rumores o se han enterado de la situación por los medios de comunicación, aunque hay quienes aún piensan que lo que se dice forma parte de «una guerra entre PP y PSOE» y confían en que, «si es cierto», superarán esta situación sin problema porque «para eso está el alcalde».
El Consistorio acaba de salir de ocho años de Gobierno socialista en los que había contado, además, con una mayoría absoluta. Partiendo de esta base, cabía esperar que la opinión de los vecinos ante la inminente situación de quiebra del Ayuntamiento denunciada por el PP estuviera dividida. En general, esperan saber «la verdad» y, sobre todo, cómo va afectar el mal estado de las arcas municipales a sus bolsillos y a los servicios que como contribuyentes esperan recibir. Aún así, las opiniones en la calle van desde los que creen que «si el ex alcalde ha robado», lo normal es «que lo devuelva» o «pague las consecuencias», los que no se decantan por ninguno y sólo esperan que «por el bien de todos, gobierne el mejor» y los que decididamente opinan que tanto «si es cierta» la catastrófica situación «como si no», les gustaba el anterior alcalde y aseguran que «si mañana hubiera elecciones de nuevo» volverían a votarlo.
Pese a la disparidad de opiniones lo cierto es que las urnas dieron la Alcaldía de Cacabelos a Canedo el pasado 22 de mayo y, ahora, el camino que siga el Ayuntamiento durante los próximos cuatro años depende principalmente de sus decisiones. Él es consciente de que no todos los vecinos están de su parte y reconoce que «a pesar de que las pruebas son contundentes» a muchos todavía les cuesta creer en la magnitud del problema económico que arrastran.
Pese a esta paradoja, subraya que, «en general», siente «el apoyo» de la gente y cuenta con «la satisfacción» de ver que desde la calle lo animan «a continuar», a «seguir adelante» y a «trabajar» para saber exactamente a qué se enfrentan.
«El que no vale, que no esté»
Ahora, mientras las deudas se siguen acumulando y al Ayuntamiento llegan cada día nuevos avisos y reclamaciones, los vecinos de Cacabelos continúan a la espera de comprobar si Canedo demuestra una «mejor gestión» en la Alcaldía que su antecesor y ayuda a eliminar «la cantidad de millones espantosa» que adeudan.
Además, algunos reconocen que, «aunque ya se sabía que algo raro pasaba» en el Consistorio, no esperaban el agujero de 11 millones que presentan ahora las arcas municipales. Por este motivo, alguno de los vecinos pidió que no se permita a los alcaldes «estar tanto tiempo» en el poder y que cuando se demuestre que con su gestión están perjudicando a los ciudadanos «se vayan antes», porque «el que no vale, no debería estar».
Otros recordaron también a Canedo que mantenga los pies en la tierra, porque consideraron que, «una vez llegan al poder se olvidan de los vecinos y de todo lo que prometieron» y para esto «da igual que sean del PP, del PSOE o de cualquier otro partido».
Además, los ciudadanos de Cacabelos aseguran que pagan sus impuestos y eligen a su alcalde para no tener que preocuparse de la situación del Ayuntamiento, sino de la suya propia, «que bastante tenemos con nuestras cosas». Buena prueba de ello es que muchos ni siquiera saben a cuánto asciende la deuda municipal, aunque sí que señalan que «debe ser muy grande3, sobre todo porque «casi todos los Ayuntamientos deben muchísimos millones» aunque «no salgan tanto en los periódicos como éste».
A la espera de conocer las propuestas a las que el alcalde encomendará la «salvación» del Ayuntamiento, se ha sabido ya que la intención del Consistorio es eliminar una de cada dos bombillas del alumbrado público. Esta decisión se tomó en Junta de Gobierno y servirá para ahorrar «entre 3.500 y 4.000 euros al mes», según el alcalde. Una cantidad que se reinvertirá para cubrir otras necesidades y que también espera que sirva para evitar el corte de suministro con el que amenazaron las compañías eléctricas y que se anunció para el 9 de diciembre.
Así, las calles de Cacabelos se quedarán a media luz para evitar el apagón completo y durante el período navideño tampoco se pondrá ningún tipo de iluminación extra por parte del Consistorio que consideró que, dada la situación, «no se entendería» que se hiciera lo contrario.
Estas medidas se sumarán a las que se presenten hoy lunes y servirán para «seguir trabajando» dentro de una situación complicada pero «con toda la ilusión», según Canedo, y con un objetivo, que es el de «intentar garantizar las nóminas de los empleados municipales de los meses de noviembre y diciembre».
La «incógnita» de los pagos
En este sentido, indicó que se han abonado ya las nóminas de agosto y, actualmente, cuentan con «los ingresos garantizados para poder hacer frente a la de septiembre y la de octubre». Sin embargo, reconoció que los pagos de noviembre y diciembre representan todavía «una incógnita».
Entre los vecinos de Cacabelos la medida de apagar una de cada dos bombillas del alumbrado público y suprimir la iluminación navideña ha sido bien acogida. En este sentido, han mostrado su apoyo al alcalde asegurando que «si las cosas van mal, todo lo que sirva para ahorrar debería ser bienvenido». Además, mostraron su preferencia por acciones de este tipo sobre otras que puedan afectar a los servicios o a su rutina diaria.
Tampoco faltaron los vecinos que lanzaron al alcalde sus propias propuestas de ahorro subrayando que «si hay servicios que hay que reducir, lo normal es que el número de empleados municipales también sea menor». Aún así, esperan que las reducciones en los servicios sean mínimas para que permitan que el Ayuntamiento «siga prosperando y no se quede atrás» en comparación con otros de la zona.
Durante los próximos meses, el alcalde confía en sortear los obstáculos que se le presenten hasta finalizar el año y que «de cara a 2012 se abra una etapa» en la que espera que «las cosas nos puedan ir mucho mejor».
Cacabelos espera una solución a su deuda y los vecinos deben confiar en que llegue de la mano de la gestión de su alcalde, que desea no recibir más noticias negativas de las que ya han llegado y saber manejarlas para ayudar al municipio a salir de «la locura» que envuelve sus cuentas.
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