Crean un superaluminio, el corazón de un planeta, en el interior de una joya

Un equipo, integrado por científicos de Australia, Japón y EE.UU., hizo explotar pequeños trozos de zafiro con un dispositivo láser de sobremesa que penetra en los cristales y provoca microexplosiones dentro de ellos, creando potentes ondas de choque que comprimen el material circundante. Bajo estas condiciones extremas, con temperatuas de 100.000 grados Kelvin, el estado de la materia oscila entre sólido y plasma.

Debido a que el zafiro es una forma de óxido de aluminio o alúmina , los investigadores esperaban encontrar pruebas de las distintas fases de alta presión del aluminio dentro de la gema. En su lugar, observaron una minúscula cantidad sorprendentemente estable y con un alto nivel de compresión de una forma de aluminio elemental.

El investigador Arturas Vailionis, del centro de altas energías (SLAC) de la Universidad de Stanford, en California, examinó el interior del zafiro y encontró la forma de aluminio con un haz de luz de rayos X, en un experimento que se llevó a cabo en la Universidad de Shizouka, en Japón. Los experimentos de alta presión se llevan a cabo por los general con diamantes, pero incluso este duro mineral se da por vencido con las más grandes presiones. Sin embargo, el láser crea un plasma que se encuentra bajo una enorme presión y una altísima temperatura sin fracturar la capa exterior del zafiro.

El científico no espera que la investigación pueda producir nuevos materiales en grandes cantidades en un corto plazo de tiempo, pero cree que los equipos utilizados en el experimento ofrecen una nueva estrategia para la síntesis de cantidades a nanoescala de nuevos materiales en laboratorio, y abre nuevas posibilidades a la comprensión del estado de la materia entre sólido y plasma. Este trabajo podría ayudar a los científicos a entender mejor la historia temprana de la Tierra y cómo era su núcleo cuando el nuestro planeta se estaba formando.