Los imprescindibles del FIB 2011
El Festival Internacional de Benicàssim arranca hoy con una artillería musical como The Strokes, Arctic Monkeys y Arcade Fire para recuperar el prestigio «indie» perdido
EFE
Después de un año marcado por la crisis, el cambio de propietario y un descenso de calidad artística que mermó notablemente la asistencia, el Festival Internacional de Benicàssim (FIB) , que comienza hoy, contraataca con una batería de «hits» independientes para reconstituirse como ... referente musical.
El festival abandona así los trasnochados nombres que encabezaron su último cartel -Kasabian, The Prodigy, entre otros- y sube nuevamente en lanzaderas de la discografía alternativa, como The Strokes, Arctic Monkeys o Arcade Fire , para recuperar la afluencia perdida y sanar su prestigio.
Después de la edición de 2009, en la que se batió el récord de asistencia rozando las 200.000 personas gracias a grupos de la dimensión de Oasis , la de 2010 se despidió de una media de 17.000 «fibers» al día y alentó las dudas sobre los criterios cualitativos que han sostenido este certamen durante sus 17 años de historia. «No todos los años se puede conseguir a los artistas que quieres, porque no están siempre disponibles», justificó entonces el director del FIB , el promotor inglés Vince Power, quien no obstante consideró que su nueva adquisición seguía gozando de «buena salud».
Verdad o no, lo cierto es que el cartel de 2010 -con la honrosa excepción de Gorillaz - ocupó un segundo plano en los argumentos que justifican un gasto de 170 euros por el abono de cuatro días, cediendo su posición a otros atractivos lúdico-sociales que caracterizan esta cita bajo el sol de la Costa de Azahar.
La leyenda del FIB
Este año, acuciado por su propia leyenda y por la competencia de otros festivales como el Primavera Sound o el Bilbao BBK Live , el FIB vuelve a golpear fuerte para reivindicar su pasado y cimentar el futuro, siempre que el modelo de «macrocitas» musicales siga teniendo el soporte de la industria y el público. De momento, una realidad que no se dio el pasado año: los 40.000 abonos con derecho a acampada gratuita se agotaron el pasado mes de mayo , señal que suele anticipar una avalancha de «fibers».
La pinta «musical» del festival es bien distinta. Hay cuatro cabezas de cartel netamente definidos -los tres citados anteriormente y The Streets -, y alguno que incluso podría suplantarles en primera línea por su relevancia en la construcción del sonido de vanguardia, como Portishead . Esta vez, los subalternos del escenario Maravillas -rebautizado tras el abandono de Heineken- no son desconocidos. Todo lo contrario, algunos pelean en las listas más comerciales ( Brandon Flowers o Paolo Nutini ), otros forman parte de la historia del rock contemporáneo ( Primal Scream o Elbow ) y los que menos colorean la escena alternativa española, como Russian Red o Lory Mayers .
Nota de calidad
La famosa segunda línea del FIB, conocida por aportar la verdadera nota de calidad, incluye nombres como The Paris Riots, Beirut, o Tinie Tempah , y también una sorpresa: Julieta Venegas , actuación que ha suscitado una avalancha de críticas a través de las redes sociales y que ha obligado incluso a la artista a excusarse antes de tocar.
En todos y cada uno de estos planos, en todos los escenarios, desde primeras horas de la tarde y hasta casi el amanecer, la música electrónica, en directo ( Pendulum, Jack Beats ) o reproducida a través de una larguísima lista de pinchadiscos.
Todo listo para una nueva edición del festival más importante de España y uno de los más reconocidos a nivel internacional, que dará su pistoletazo de salida esta noche con la vista puesta en la música y en sus números.
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