La gran apuesta china se estrella
Hace medio año se inauguró, en Cobo Calleja Plaza Oriente, un complejo comercial que prometía revolucionar el «Chinatown» madrileño. El recinto no ha despegado y ya está olvidado
TATIANA G. RIVAS
Plazas de aparcamiento y calles vacías. Negocios con el cierre echado. Locales con carteles de «se alquila» cuando aún no han sido estrenados, y donde hay escasas huellas de actividad. Los trabajadores asiáticos que intentan hacer caja con potenciales clientes aguardan con los brazos cruzados. ... No hay a quién atender ni mercancía que colocar. Las perchas permanecen estáticas horas y horas sin que nadie curiosee el género. Es un desierto en medio de la frenética actividad del polígono industrial fuenlabreño de Cobo Calleja. Es el solitario recién nacido y ya olvidado complejo comercial de Plaza Oriente.
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Los superlativos que rodearon a este recinto en el momento de su inauguración rebasaron la línea de la realidad económica que atraviesa el país. Este complejo se engalanó de superstición en su estreno para dotarlo de suerte, pero parece que la impasible crisis también ha hecho de las suyas en el proyecto de inversión privada de los empresarios Li Tie y Yong Ping Wu.
«Cuatro clientes al día»
Su construcción ambicionaba revolucionar el polígono industrial de Cobo Calleja y el comercio asiático en general, incluso solo en su primera fase —80 naves construidas para uso comercial y logístico y la creación de 560 puestos laborales—. Pero lo cierto es que Plaza Oriente, apodado como el mayor centro comercial oriental de venta al por mayor y al por menor de Europa, arrastra unos resultados más que desalentadores. No ha pasado ni medio año después de que el ministro de Fomento, José Blanco, diera su pistoletazo de salida como padrino —el 17 de febrero de 2011—. «Tenemos cuatro clientes contados al día. Esto va muy lento. Apenas hay negocio. Por ahora no se está pensando en echar el cierre, sino en esperar a que se construya el resto y que esto repunte», indica una trabajadora española de una tienda de bolsos.
Horarios descontrolados
Los dueños de Plaza Oriente se negaron a dar información a este periódico respecto al estado actual de su proyecto, pero en Vinoteca 1888, uno de los locales «estrella» que se dedica a la exportación de productos españoles al gigante asiático, la secretaria y socia de Li Tie y Yong Ping Wu explica con una gran sonrisa que el centro comercial «no está funcionando como se esperaba. Creo que, menos dos establecimientos, todos —78 de 80— están comprados, solo que no están abiertos todavía». ¿La crisis o la escasa publicidad? «Puede que una mezcla de ambas», matiza esta joven asiática.
Desde luego los cierres de aluminio están sellados a cal y canto. Incluso un vigilante de seguridad que reparte la correspondencia entre los comercios apunta que la actividad en el complejo cada día es menor. «Muchos de los que funcionan incluso ya ni abren por la mañana o cierran antes», señala el guarda.
Son las 12.30 y entran dos vehículos de posibles compradores. Son cuatro personas de una misma familia de etnia gitana que buscan mercancía para vender en los mercadillos de Castilla y León. Inspeccionan la quincena de tiendas que permanecen abiertas en veinte minutos. «Nos vamos a Cascorro. Esto no vale para nada», manifiesta José, que considera que han perdido la mañana desplazándose hasta el lugar. «Vamos, que no repetimos», le avala su hermano con las manos vacías.
La crisis toca al imperio
«Plaza Oriente se está publicitando ahora en más sitios, pero aun así no viene gente», declara una comerciante asiática de una tienda. Desde la Federación de Empresarios de la Comunidad de Madrid (Fedecam) informan de que la recesión ya está tocando al imperio chino en Madrid. «Antes se buscaba producto barato, pero ahora ya ni se consume éste, incluso están cerrando negocios en Usera y en Vallecas», apunta Miguel Ángel Galán, vicepresidente de la entidad.
La primera fase de Plaza Oriente ha costado levantarla 43 millones de euros. En la segunda fase, que supondrá otros 21 millones y cuya construcción finalizaría en 2013, se erigirán tres centros comerciales, restaurantes, bancos, supermercados y un hotel de lujo. Se prevé que el recinto llegue a alcanzar una superficie total de 51.000 metros cuadrados y que genere 1.000 puestos de empleo. «Más de 800 serán para españoles», aseguró el día de su inauguración Yong Ping Wu. Por el momento, es difícil ver a nacionales trabajando en el complejo, como complicado es atisbar el éxito que auguraron políticos e inversores el día de su nacimiento.
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