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Lady Diana Spencer o el síndrome de Rebeca

El 29 de abril, el recuerdo de esta mujer tancarismáticacomo contradictoria estará muy presente

Lady Diana Spencer o el síndrome de Rebeca

CARMEN POSADAS

De haber un día en el que cobre máximo sentido la vieja expresión «brillar por su ausencia», éste será sin duda el 29 de abril. Por eso, si los fantasmas existen, y quién dice que no, es posible que más de uno sostenga que ese ... día vio flotar la inconfundible sombra de Lady Diana Spencer entre el chiffon de los vestidos de las damas invitadas. Y, o mucho me equivoco, o es amisma alargada sombra acompañará a Kate Middleton, futura Princesa de Gales, durante largo tiempo. Estará allí mientras Kate haga su entrada al templo, también al saludar a lasmasas tras la ceremonia y, por supuesto, en el momento rosa por excelencia: cuando los novios se den el beso en el balcón del palacio deBuckingham, televisado urbi et orbi. Y lo estará porque aunque las comparaciones sean odiosas, también son inevitables y todos se afanarán en opinar si el traje de novia de Kate esmás bonito que el de Diana, si su sonrisaesmás francaque la de su antecesoraosi elbesode los novios presagia (ojalá así sea) menos tristezas queaCarlos y Diana. Naturalmente todo esto no seríamásque incomodidad pasajera si los paralelismos acabaran aquí. Pero mucho me temo que se seguirá comparando a una y otra en todas las actividades venideras: al inaugurar una escuela o al visitar un hospital, mientras asista a las carreras de Ascot o departa con los actores después de un estreno de teatro.

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