Carlos y Camila, una larga y polémica historia de amor
El Príncipe de Gales y la Duquesa de Cornualles mantuvieron su relación sentimental a pesar de todo
Cuando en 1970 Carlos de Inglaterra conoció a Camila Shand al finalizar un partido de polo, ninguno de los dos pudo imaginar cómo les cambiaría la vida.La estampa era de lo más sugerente y la conversación, directa y sin titubeos: «¿Sabe que mi bisabuela, ... Alicia Keppel, fue la amante del Rey Eduardo VII?». Semejante pregunta no dejó a Carlos sin respuesta. Por aquel entonces era un hombre libre, el soltero de oro más codiciado por todas las aristócratas. El flechazo fue inmediato y lo que comenzó como una flirteo para dar celos al entonces novio de Camila, Andrew H. Parker Bowles, pasó a convertirse en una de las mayores historias de amor y traición que se recuerdan en la realeza. Carlos y Camila rompieron relaciones y volvieron tantas veces como fueron necesarias. En una de esas pausas, Camila finalmente se casó y tuvo dos hijos (Thomas y Laura), pero aquello no impidió que cada cierto tiempo regresara a los brazos del Príncipe. Carlos siguió soltero hasta 1981, cuando se comprometió con Lady Diana Spencer. Por mucho que hayan querido maquillarlo, aquel fue un enlace por obligación sucesoria. La víspera de la boda , el Príncipe volvió a reunirse con su amada Camila quien, consciente de su papel de amante, no dudó en convertirse, también, en la consejera de una Diana que aún desconocía aquella historia.
Poco tiempo pasó hasta que Ladi Di descubrió el engaño. Reveladora fue la conversación que tuvo con Camila cuando ésta le dijo: «Tienes a todos los hombres del mundo enamorados de ti. ¿Qué más puedes querer?». A lo que Diana respondió: «A mi marido».
Placer y obligación
Lo más curioso del carácter de Camila es que ella nunca hubiera sido un problema en ese matrimonio: sabía dónde estaba el placer y dónde la obligación, de ahí que distinguiera perfectamente los momentos que vivía en la intimidad con Carlos de los actos protocolarios en los que acudía en calidad de señora de Parker Bowles y ante el Heredero de la Corona. Si Diana no hubiera puesto tierra de por medio ni sus confesiones hubieran aparecido en las exclusivas de Andrew Morton, las cosas hubieran seguido como pretendían: con un matrimonio aparentemente idílico que trajo al mundo dos hijos.
Con lo que Carlos ni Camila contaban es que Diana no iba a aguantar. Tras el escándalo, con la aparición de conversaciones privadas muy subidas de tono entre ambos amantes, el divorcio y la trágica muerte de Diana, lo que tampoco nadie imaginaba es que el tiempo iba a relajar los ánimos hasta el punto de que el Príncipe de Gales y la hoy Duquesa de Cornualles acabarían casándose en una sencilla ceremonia, en abril de 2005. Para ello, fue fundamental el apoyo de los hijos de Carlos, que, a su manera, han aceptado a Camila y eso ha hecho que el pueblo inglés asuma una historia de amor tan atípica como auténtica.
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