Santiago del Valle, condenado a 22 años de cárcel

El padre de la niña, Juan José Cortés, ya anunció durante la celebración del juicio que no tenía intención de recurrir la sentencia, y de momento el entorno familiar no va a hacer declaraciones sobre el fallo hasta que no la hayan estudiado en profundidad.

Mari Luz Cortés, de cinco años, desapareció de su casa el 13 de enero de 2008 tras salir a un quiosco cercano a comprar chucherías. Su cuerpo fue hallado flotando en la ría de Huelva al cabo de 54 días, y pocos días después fueron detenidos en Cuenca Santiago del Valle y su esposa, vecinos de la pequeña y los principales sospechosos desde el primer momento por los antecedentes de pederastia del hombre.

En un fallo de 40 páginas, la Audiencia provincial de Huelva estima que Del Valle padece una pedofilia “con impulsos sexuales intensos y recurrentes”, y que atrajo a la pequeña con intención “de satisfacer su ánimo libidinoso”. Considera probado que efectuó diversos tocamientos a la niña, y que al resistirse ésta se inició un forcejeo que acabó con Mariluz inconsciente. Santiago del Valle decidió deshacerse de la menor, sabiendo que aún estaba con vida, y tras introducirla en un carrito de la compra, la llevó en compañía de su hermana Rosa en el coche de ésta hasta la marisma, donde la arrojaron al agua.

Las penas son sensiblemente inferiores a las reclamadas por la Fiscalía, que pedía 23 años de prisión -20 por el asesinato de Mari Luz y otros tres por abusar sexualmente de ella- para Santiago del Valle y 17 años para Rosa en calidad de cómplice, mientras que la acusación particular la consideraba cooperadora necesaria.

El tribunal se pronuncia además sobre los juicios paralelos en televisión y los medios de comunicación, “comprensibles en una parte de la sociedad”, y recuerda que hay una sola Justicia que se administra en sede judicial y por parte de los jueces y magistrados. Además, subraya la obligación de los medios de comunicación de ofrecer una información veraz y de defender la presunción de inocencia hasta que no haya una condena firme.

El fallo establece además que Santiago y Rosa del Valle no podrán residir en Huelva y acercase o comunicarse con la familia durante 32 años, y que dada la gravedad de los delitos, no puedan acceder al tercer grado hasta cumplir al menos la mitad de la pena. Fija además una indemnización de 166.000 euros a los padres y hermanos de Mari Luz por el daño sufrido y otros 19.000 euros por el daño moral ante el largo periodo de tiempo que la estuvieron buscando.