Billy Elliot

También hay en la banda sonora de «Billy Elliot» canciones de The Style Council («Shout to the top» y «Walls come tumbling down»), Stephen Gately («I believe»), The Jam («Town called malice»), Eagle-Eye Cherry («Burning up») y The Clash («London calling»).

Elton John asistió al estreno de «Billy Elliot» en Cannes y, según recuerda Lee Hall, guionista de la película, «volvió a casa envuelto en un mar de lágrimas». Un par de meses después, el músico organizó una cena para hablar de la posibilidad de hacer un musical sobre la película. «Elton estaba convencido —recuerda Hall— de que la historia funcionaría perfectamente como musical». Tras aquella cena el proyecto se puso en marcha. El propio Hall escribiría el libreto y las letras de las canciones, y Stephen Daldry, director de la película, dirigiría también la producción. La coreografía estaría a cargo de Peter Darling, al igual que en el filme. Hall alaba la música de Elton John. «De alguna manera supo atrapar todas las tradiciones que han tenido resonancia dentro de la cultura de la clase obrera sobre la que yo escribía: los himnos, los coros masculinos, el tipo de rock and roll que se oía en los clubs de hombres, las canciones folclóricas...»

El libreto seguía fielmente el guión de la película; entre las canciones escritas por Elton John destacan «Solidarity» —también una de las escenas más impresionantes del espectáculo—, «The letter», «Merry Christmas Maggie Thatcher» y «Electricity», el solo final de Billy Elliot, que canta ante el tribunal que va a decidir si entra o no en la escuela de ballet; se trata de una hermosa balada con el inconfundible sello de su autor.

El musical se estrenó en el teatro Victoria Palace de Londres el 11 de mayo de 2005. La crítica fue unánimemente elogiosa y la producción obtuvo cuatro premios Laurence Olivier, los más importantes del teatro londinense: mejor nuevo musical, mejor actor en un musical (para los tres protagonistas, James Lomas, George Maguire y Liam Mower), mejor coreografía (Peter Darling) y mejor diseño de sonido (Paul Arditti). Posteriormente, el musical se ha estrenado en Sydney, Nueva York (donde obtuvo diez premios Tony), Melbourne, Chicago, Toronto, San Francisco y Seúl.

El personaje de Billy Elliot es, al igual que lo era en la película, fundamental dentro del musical. «El espectáculo depende enteramente de encontrar al intérprete ideal», reconoce Lee Hall, que recuerda que la búsqueda en las escuelas de danza de toda Gran Bretaña duró dos años. No sólo necesitaban un Billy Elliot; por la legislación británica en lo referente al trabajo de los menores, y dado que estos no pueden superar un número determinado de funciones a la semana, era preciso contar con tres chicos (más otros tres que encarnen a Michael, el amigo del protagonista) que pudieran actuar, cantar y bailar con el mismo carisma y calidad. Actualmente, tanto en la producción londinense como en la neoyorquina son cuatro los chavales que encarnan a Billy Elliot.

Si en el teatro británico es habitual el relevo en los repartos de los musicales cada cierto tiempo, en el caso del protagonista de Billy Elliot es imprescindible. Más de veinte chicos han encarnado ya en Londres al niño que quería bailar, y son constantes las audiciones para encontrar a futuros posibles intérpretes: se buscan chicos de entre 9 y 13 años, con una altura máxima de 1,52 y que no hayan cambiado la voz. Se valora su experiencia en claqué y ballet, pero no es esencial. Los elegidos tienen un entrenamiento específico durante varios meses en una suerte de «escuela de Billy Elliots» antes de entrar en la producción.