«México no dará marcha atrás en su guerra contra el crimen organizado»
El ministro de Educación de Calderón, Lujambio, critica la tibieza del apoyo de EE.UU.
FRANCISCO DE ANDRÉS
Ministro de Educación desde 2009, Alonso Lujambio es un hombre muy próximo al presidente Calderón y una de las apuestas de futuro del Partido de Acción Nacional (PAN). Ha participado en Madrid en un foro sobre México organizado por la Fundación Botín.
-Diez años ... de gobierno del PAN en México, después de setenta del PRI —el partido de la «dictadura perfecta» según Mario Vargas Llosa—, han defraudado algunas expectativas de que el país acometería cambios sustanciales…
-Creo que no se valora a veces la etapa de convivencia democrática que disfrutamos y que es, en gran medida, un logro del Partido de Acción Nacional. Por otro lado, no hay que olvidar que el PAN no ha tenido —ni con Fox, ni ahora con Calderón— mayoría en el Congreso, a diferencia de los setenta años del PRI, y eso condiciona mucho nuestro margen de maniobra para el cambio.
-¿Qué fue de las promesas económicas?
-Con Calderón hemos tenido el promedio de inflación más bajo en 35 años. Tenemos unas cuentas públicas sanas, y eso explica que saliéramos airosos de la crisis inmobiliaria de 2009 y hayamos recuperado el crecimiento económico. Nuestro programa contra la pobreza —«Oportunidades»— incluye a 5,8 millones de familias. El plan de viviendas sociales más importante ha sido obra del presidente Calderón: 4,8 millones de viviendas se han distribuido gracias a subsidios federales. Y nos dirigimos hacia el seguro médico universal: hoy ya lo tienen 40,2 millones de mexicanos. No se nos puede reprochar falta de resultados.
-Sin embargo, el PRI venció con holgura en las elecciones parlamentarias del año pasado y parece dispuesto a recuperar todo el poder.
-Las elecciones se celebraron en el cénit de la crisis económica mundial; la derrota no se debió a un error ni a una mala estrategia del partido en el gobierno.
-México de desangra a diario en matanzas y choques sangrientos protagonizados por sicarios, que tienen como telón de fondo la lucha sin cuartel contra los carteles del crimen decretada por el presidente Calderón. ¿No ha llegado el momento de replantearse esa estrategia?
-No va a haber vuelta atrás. La lucha contra el crimen organizado es un compromiso político, histórico y moral del presidente Calderón. Hemos dicho que no al poder inmisericorde del crimen, que ha carcomido el Estado mexicano. Las críticas están a veces mal orientadas, porque se olvidan de que somos el vecino del gran consumidor mundial de drogas. Estados Unidos sufre una paradoja moral ya que condena el consumo de drogas con la misma intensidad con que las consume. Necesitamos más colaboración por parte de Estados Unidos. Todas las armas que garantizan el poder de choque del narcotráfico proceden de ese país.
-De cara a las elecciones presidenciales del 2012, el ala izquierda disidente del PRI, el PRD, vuelve a contar en los sondeos. ¿Cómo definiría a ese partido? ¿Es homologable a los populistas de Chávez, Morales o Correa?
-Dentro del PRD hay una izquierda moderada y moderna, y otra más populista, menos respetuosa de las instituciones democráticas y chantajista. Creo que el futuro de la izquierda en México dependerá de cuál de las dos corrientes venza.
-¿En cuál sitúa al jefe de gobierno de Ciudad de México, Marcelo Ebrard?
-Yo lo sitúo en la posición más moderada y moderna. Pero el resultado del enfrentamiento está aún abierto.
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