200.000 estudiantes se enfrentan a la nueva Selectividad que arranca en Madrid

Así, la Comunidad de Madrid, la primera en iniciar las pruebas ha tenido que trasladar los exámenes, que inicialmente había previsto para el 7, 8 y 9 de junio, al 7, 9 y 10. De esta manera, los alumnos madrileños tendrán un día libre para preparar los ejercicios de los siguientes días. Por su parte, las comunidades de Aragón, Baleares, Cataluña y Valencia, que habían convocado a sus estudiantes los días 8, 9 y 10 de junio, posponen el inicio de la Selectividad una jornada (9, 10 y 11). La decisión afecta, sobre todo, a los estudiantes valencianos, que en lugar de contar con cuatro días para los exámenes, lo harán en tres. No obstante, en el caso de que se solapara algún ejercicio, los alumnos afectados podrían examinarse el sábado 12 y el lunes 14.

Los estudiantes de Navarra y País Vasco, a los que no ha afectado la huelga, serán los terceros en examinarse (9, 10 y 11 de junio), seguidos de los cántabros (10, 11, 12). Por su parte, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Murcia tienen previsto realizar la Selectividad a partir del 14 de junio, mientras que Andalucía, Asturias, Extremadura, Islas Canarias, y la Rioja lo harán el 15, 16 y 17. Por último, los alumnos gallegos serán los que cierren la convocatoria de junio, los días 16, 17 y 18 de junio.

Asimismo, la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) ya ha comenzado a examinar de Selectividad a todos los estudiantes de sistemas educativos extranjeros con estudios homologables al título de Bachiller español y a los estudiantes procedentes de centros públicos españoles situados en el extranjero que aspiran a estudiar en universidades públicas españolas.

La principal novedad de la nueva selectividad está en la posibilidad de subir nota mediante un examen opcional de las asignaturas relacionadas con el grado al que quieran optar, según el Real Decreto aprobado en noviembre de 2008. La nueva selectividad se divide en dos fases. La primera, la 'fase general', que, igual que hasta ahora, el alumno se examina de las materias comunes de segundo de Bachillerato -Lengua castellana, Literatura, Lengua extranjera, Historia o Filosofía y de la Lengua cooficial, en función de la comunidad autónoma-. Además, se une a esta prueba general un examen de una asignatura de modalidad elegida por cada estudiante.

La segunda fase, la 'específica' es voluntaria. Aquí, el alumno que quiera competir por una plaza en una titulación en la que prevé que haya más demanda que oferta, tendrá la oportunidad de mejorar su nota examinándose de cualquiera de las materias de modalidad de segundo de Bachillerato, que tiene que ser distinta a la elegida en la 'fase general'.

A este nuevo modelo no le faltan críticas. Las asociaciones de alumnos con representación en el Consejo Escolar del Estado, Unión Democrática de Estudiantes (UDE) y el Sindicato de Estudiantes (SE), coinciden en rechazar, aunque con distintas argumentaciones, la existencia de un examen específico y la posibilidad de subir nota. Mientras UDE cree que la prueba debe consistir sólo en una evaluación de Bachillerato, "donde no haría falta ponderar nada", y que cada facultad valore los exámenes de las materias concretas, el SE cree que esto sólo beneficiará a las academias privadas porque en los centros "no hay tiempo" para preparar el examen para subir nota.